Hace 100 años, el Desierto de los Leones fue decretado el primer Parque Nacional de México. Lugar conocido por su imponente naturaleza y los eventos ahí organizados, sin embargo, pocos conocen que Venustiano Carranza, el entonces Presidente de México, firmó el decreto de este Parque Nacional en 1917. ¿Quieres conocer un poco más de este lugar?
Desierto sin ser desierto
A pesar de no ser un desierto, se le dio este nombre por la tranquilidad de este lugar y estar dedicado a la contemplación. El primer Parque Nacional de México tiene un ex convento del siglo XVII y tiene túneles subterráneos que puedes conocer durante visitas guiadas.
Contacto con la naturaleza
Este lugar se caracteriza por su humedad, la cual da origen a una gran diversidad de hongos y plantas además de un clima frío debido a su altura. En el recorrido de sus mil 866 hectáreas puedes ver árboles como oyamel, fresno y encino, además de sus cerros, barrancas y manantiales que abastecen de agua a la zona poniente de la capital de México.
Deterioro
Con el paso de los años, la fauna ha escaseado y se puede ver pocos mapaches, conejos, ardillas y diversas aves. El bosque se ha deteriorado debido al saqueo inmoderado del hombre y a los efectos de una plaga de gusano descortezador que lo invadió.
Ex convento del siglo XVII
El ex convento carmelita fue construido por Fray Andrés de San Miguel entre 1606 y 1611. La localización de este lugar en el parque nacional se debe a que las órdenes religiosas como la que tuvo su asiento aquí tenían como finalidad la vida en comunidad, obediencia y pobreza meditando, por lo que se apartaban del ruido de la ciudad.