Guadalajara es una de las ciudades con mayor tradición de nuestro país, pues se le conoce como una de las cunas de la mexicanidad. Sin embargo, en esta ocasión hablaremos de otra faceta de la ciudad Jalisciense, en la que alberga una gran cantidad de leyendas y relatos y una de ellas es la del Vampiro del Panteón de Belén.
Este relato ha acompañado a los habitantes de Guadalajara desde el siglo XIX. EL cementerio se ubica en el número 684 de la calle Belén, se construyó en 1848 bajo la supervisión del arquitecto Manuel Gómez Ibarra, y fue clausurado en 1896. Hasta el día de hoy los tapatíos creen que en este panteón se encuentra el sepulcro de un vampiro auténtico.
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La leyenda
La leyenda cuenta que, durante el siglo XIX, llegó a Guadalajara un hombre misterioso proveniente de Europa. En la ciudad se le conocía como don Jorge o el conde de Baldor. Este personaje tenía costumbres peculiares, como vestir siempre de negro, salir de noche y no socializar mucho. Las únicas compañías que se le conocieron fueron damas de la noche.
Después de la llegada del Conde de Baldor, comenzaron a aparecer en los alrededores cadáveres de animales desangrados con marcas extrañas en el cuello. Las primeras explicaciones que se dieron fue que había una plaga o que un animal salvaje estaba atacando al ganado. Sin embargo, las personas comenzaron a alarmarse cuando damas de la noche comenzaron a ser halladas sin vida, y con las mismas características de los animales.
Para entonces, los tapatíos ya habían escuchado las historias de vampiros procedentes de Europa y se dispusieron a cazar al vampiro. Después de una extenuante búsqueda, los pobladores encontraron al conde con la boca manchada de sangre en las cercanías del Panteón de Belén. Tras intentar huir, don Jorge fue capturado y asesinado con una estaca improvisada.
Otra versión dice que logró huir para refugiarse en su casa. Y que la turba enardecida de pobladores lograron irrumpir para asesinarlo. De acuerdo con los relatos, el conde de Baldor juró vengarse instantes previos a perder la vida.
Vampiro del Panteón de Belén
El cuerpo de Jorge se enterró en el Panteón de Belén. La fosa que se cavó para depositar sus restos fue varios metros más profunda de lo normal. Esto se hizo porque las personas tenían miedo de que el vampiro regresara para vengarse.
Al pasar varios meses, brotó un árbol que comenzó a fragmentar la lápida que sellaba la tumba del conde de Baldor. Esto causó extrañeza y temor entre los habitantes. Quienes concluyeron que el árbol fue producto de la estaca que clavaron en el corazón del vampiro.
En la actualidad la tumba está protegida por una reja, para evitar que se acerquen los curiosos. Se cree que, si miras con atención la corteza del árbol, podrás ver los rostros de las víctimas del Vampiro del Panteón de Belén.