Tabasco un atractivo turístico en el sureste mexicano

Por Jorge Almeida. Corresponsal

Cacao y chocolate, zonas arqueológicas y museos de las culturas olmeca y maya, cerros que esconden un pueblo mágico y distintas grutas, gastronomía distintiva, tradiciones, playas, ríos y lagunas que le dan un verdor permanente, hacen de Tabasco un atractivo turístico en el sureste mexicano.

El auge turístico adquirido por las haciendas chocolateras, que tras 12 años lograron la denominación de origen del “Cacao Grijalva”, las convierte en destino obligado para quien visita la entidad.

En tres de las cuatro haciendas que cuentan con recorridos para visitantes, La Luz, Jesús María y Cholula (en Comalcalco) y La Chonita (en Cunduacán), se visitan las plantaciones de cacao, las fábricas y caracterizaciones sobre la elaboración del chocolate.

Distante 57 kilómetros de Villahermosa, en Comalcalco también se encuentra la Zona Arqueológica de la civilización maya, con un museo de sitio y edificaciones a base de estuco.

En la misma área, al noroccidente del estado, se localiza el municipio de Paraíso, con balnearios de playa y un corredor gastronómico con restaurantes que ofrecen platillos a base de pescados y mariscos, llamado Bellote-Puerto Ceiba.

El municipio costero de Centla alberga la Reserva de la Biósfera Los Pantanos de Centla, con una extensión de unas 300 mil hectáreas, con canales donde pueden observarse manglares, quelonios y realizarse el avistamiento de aves.

Para apreciar los vestigios de la cultura olmeca, en Villahermosa hace 59 años el poeta y museógrafo tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, montó el Parque Museo La Venta, con piezas y cabezas colosales traídas desde el sitio arqueológico de La Venta, al occidente de Tabasco.

El museo se ubica junto a la Laguna de las Ilusiones y el Parque Tomás Garrido Canabal, que cuenta con el Mirador de las Águilas, de 50 metros para observar la extensión de la laguna y parte de la ciudad.

Desde hace 10 años el Centro Histórico de Villahermosa ha registrado trabajos de conservación para rescatar la imagen arquitectónica de sus construcciones de los siglos XVII y XVIII, por lo cual presenta un panorama multicolor en sus fachadas.

En esta delimitación se encuentran la Casa Museo Carlos Pellicer y la Casa de los Azulejos, en la esquina de la calle Benito Juárez y 27 de Febrero, hoy convertida en Museo de Historia de Tabasco.

Hacia la región de la sierra, al sur de la entidad, se localiza Tapijulapa, el único Pueblo Mágico de Tabasco, con sus casas de tejas criollas y surcado por los ríos Oxolotán y Amatán.

Un distintivo del poblado son sus artesanos, que en sus talleres dan forma al matusay, una fibra vegetal, para transformarlo en todo tipo de muebles, adecuados en su uso ante las altas temperaturas que prevalecen a lo largo del año.

Tan sólo con cruzar el río Amatán se encuentra la Casa Museo del ex gobernador Tomás Garrido Canabal y el balneario Villa Luz, con sus cascadas de aguas termales.

A pocos kilómetros de allí, en el municipio serrano de Teapa, los balnearios naturales en el río Puyacatengo son socorridos, al igual que las Grutas del Coconá o la Gruta de las Canicas.

En los días finales de cada enero y durante febrero, se realiza el Baile del Pochó en el municipio de Tenosique, colindante con Guatemala, cuya representación da vida al Carnaval y por su ritual se denomina “el carnaval más raro del mundo”.

La gastronomía de Tabasco cuenta con platillos únicos y a veces considerados exóticos para los no tabasqueños, gracias a ingredientes propios de la región como la yuca, macal, hoja de chaya y hoja de chipilín.

Los tamales de chipilín como alimento y el pozol como bebida, a base de cacao y maíz, son lo que más evocan a Tabasco.

Pero más allá de ellos, hay platillos exóticos elaborados a base de quelonios –tortuga, hicotea, tres lomos, pochitoque y demás-, así como el pejelagarto.

El plátano macho es consumido en todas las formas posibles y de acuerdo a cada etapa de maduración; están las torrejas fritas de plátano verde o como ingrediente de otros guisos.

Los platanitos fritos dulces; plátanos revueltos con harina y rellenos con carne y queso o asados ya maduros.

En dulces artesanales destacan el camote envuelto en hoja de joloche, el cocoyol, coco con panela, de oreja de mico, de leche o de papaya.

La butifarra es un embutido característico del municipio de Jalpa de Méndez e incluso ya hay un festival anual dedicado al producto en esa localidad, así como en el caso del queso, elaborado en distintos tipos en la región de Los Ríos, al oriente del estado.