Aquí te ayudamos un poco
Los primeros auxilios son un conjunto de medidas iniciales que se toman en una situación de emergencia o accidente para mantener la vida.
A demás, se puede prevenir el empeoramiento de una lesión o enfermedad, y promover la recuperación temprana.
Te recordamos que existen cursos especializados en que tú aprendas de manera personal cómo dar estos primeros auxilios.
Aquí hay algunas pautas generales para brindar primeros auxilios:
Mantén la calma y asegura la seguridad:
Es importante mantener la calma en una situación de emergencia.
Asegúrate de que la escena sea segura antes de acercarte a la persona lesionada o enferma.
Si hay algún peligro presente, como fuego, gas tóxico, o tráfico, asegúrate de alejarte del peligro antes de proceder.
Llama a los servicios de emergencia:
Siempre llama a los servicios de emergencia o al número de emergencia local antes de proporcionar primeros auxilios, especialmente si la situación es grave o potencialmente mortal.
Proporciona detalles precisos de la ubicación y la naturaleza de la emergencia.
Evalúa la situación:
Haz una evaluación rápida de la situación y la condición de la persona afectada.
Determina si está consciente o inconsciente, si respira o no, y si hay signos evidentes de lesiones o enfermedades.
Proporciona RCP (reanimación cardiopulmonar) si es necesario:
Si la persona está inconsciente y no respira, realiza la RCP.
Comprime el pecho con fuerza y con una frecuencia de al menos 100-120 compresiones por minuto.
Alterna las compresiones con ventilaciones de rescate si sabes cómo hacerlo.
Detén cualquier sangrado:
Si hay sangrado profuso, aplica presión directa con un paño limpio o con tus manos protegidas con guantes para detener la hemorragia.
Eleva la parte afectada si es posible.
Inmoviliza lesiones:
Si sospechas de una fractura o lesión en la columna vertebral, no muevas a la persona a menos que sea absolutamente necesario.
Inmoviliza la zona afectada usando tablillas o manteniendo la cabeza y el cuello en una posición neutral.
Proporciona cuidado de heridas: Lava las heridas con agua limpia y jabón si es posible, y cúbrelas con un vendaje estéril para prevenir infecciones.
Mantén a la persona cómoda y abrigada:
Mantén a la persona afectada abrigada y cómoda, evitando la exposición al frío, al calor excesivo o al estrés innecesario.
Proporciona consuelo emocional:
Las situaciones de emergencia pueden ser estresantes y traumáticas. Proporciona consuelo emocional a la persona afectada y mantén una actitud tranquilizadora.
Registra y comunica la información relevante:
Haz un registro de la información importante sobre la situación y la atención que has proporcionado, y comunícala a los profesionales de atención médica cuando lleguen.
Es importante recordar que brindar primeros auxilios básicos está dentro de tus limitaciones y conocimientos.
Siempre busca atención médica profesional lo antes posible en situaciones de emergencia