Quedan poco menos de 100 días para las elecciones presidenciales en México y el caso de los “candidatos independientes” no deja de dar de que hablar.
Hace unos días el INE presentó los resultados oficiales de todos los aspirantes a candidatos independientes, de estos conteos se obtuvieron muchas sorpresas, por ejemplo, que Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, presentó un millón 184 mil 466 firmas irregulares, esto quiere decir que el 58% de sus apoyos recabados fueron falsos o duplicados. El caso de Margarita Zavala es parecido, pues tuvo inconsistencia en 327 mil firmas de las que presentó, lo que representa un 45% de las firmas conseguidas.
Después del recuento y pese a que hubo flagrantes irregularidades en la recolección de apoyos (que incluso podrían ser considerados como delito por la suplantantación de identidad), el INE decidió que solo se tendría una candidata independiente en la boleta: Margarita Zavala. Este lunes, el Tribunal Electoral, falló a favor de Jaime Rodríguez Calderón y se pronunció para que el INE conceda el registro y que, “El Bronco”, pueda ingresar en la contienda electoral.
Hay un sin fin de preguntas que probablemente se quedarán sin respuesta en este tema, pero no deja de sorprender que un aspirante que buscó ser candidato con cerca del 58% de firmas falsas comprobadas por el INE, y pese a no llegar al mínimo exigido para estar en la boleta, se le brinde la oportunidad de competir por la presidencia de México.
Este tipo de resoluciones levanta ligeras sospechas sobre el funcionamiento de algunas de las instituciones nacionales más importantes, no deja de ser preocupante que una gran parte de la ciudadanía empiece a sentir desconfianza por cómo se están manejando y hacia a dónde se está llevando el rumbo del país. Pero considero que es el momento de poner especial atención en lo que está por venir.
El 1 de julio se llevarán acabo unas elecciones que pueden representar un parteaguas en la historia del país, pueden devolver un poco de esperanza para realizar un cambio que tanto se necesita en estos momentos, y no nos podemos permitir que una de las instituciones encargadas de vigilar que todo salga conforme a la ley y de la manera más limpia posible como es el Tribunal Electoral, esté en entredicho por las decisiones que está tomando.
Aún queda mucho camino por recorrer para ese 1 de julio en el que el país se juega tanto, lo mínimo que podemos exigir como votantes es que se respeten las leyes, los votos y que quien gane, lo haga con toda la fuerza de la democracia. Para eso necesitamos tener unas instituciones electorales fuertes y confiables, que no permitan que las trampas y la corrupción que han llevado a dos candidatos independientes a las boletas permeen en la contienda presidencial. Aunque visto lo visto, nos lo empiezan a poner muy complicado.
Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Más México