Sabemos que somos uno de los países con más diversidad cultural en el mundo. Y de todas las lenguas originarias que existen en México, una de las que más hablantes tiene es el náhuatl; aun así, está en riesgo de desparecer. Por eso, la mexicana Isela Xospa se ha dado a la tarea de rescatar ese patrimonio cultural a través de sus ilustraciones.
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Tradiciones que permanecen vivas
Isela Xospa es una ilustradora que vive en la alcaldía de Milpa Alta. La idea surgió cuando regresó de su viaje a Nueva York, que duró más de una década.
Al volver a su lugar de origen, decidió sacar una colección completa de historias locales. Todo con el propósito de plasmar y preservar la historia oral de su pueblo.
Hace algunos días, el primer volumen de esa colección se estrenó con el nombre de ‘In miqui yoli‘, que en náhuatl significa ‘El muerto vivo‘. Este libro está impreso a dos tintas: negra y naranja, justamente el color del cempasúchil, la flor de los muertos.
La historia narra la leyenda de un enterrador que regresó de la muerte gracias a las ofrendas que los habitantes ponen el Día de Muertos.
La mayoría de sus ilustraciones tienen una forma poco usual, pues adoptó como estilo propio la forma cúbica. Con lo que se deshace de todas las convenciones estilísticas que abundan en el mundo.
Sin embargo, el proceso de creación no fue nada fácil, pues Isela, luchó con todos los clichés que rodean a su comunidad.
“No me gustaba y dije: ¿cómo hacer para que salga del estereotipo indígena? Si te fijas, (la persona) es un cubo y ese cubo igual se vuelve blanco, rojo, rubio, grande o chiquito. No hay gordo, no hay flaco, no hay forma, pero es una persona”; dijo Xospa para EFE.
Ilustraciones que transmiten cosmovisiones
En sus ilustraciones, la autora pretende reflejar la naturaleza de acuerdo a la cosmovisión nahua. Esa cultura defendía el vínculo medioambiental que existía entre los humanos. Además, para ellos todo es una persona, “el volcán tiene cara, la nube tiene una cara, porque son personas” agregó.
Ante esta percepción, Xospa decidió producir los libros en su casa de Milpa Alta. Y se dedica a contar historias basadas en la cultura local.
Para ella, cuando una lengua muere, muere toda una forma de ver el mundo. Por eso, pretende revertir esto a través de sus historias que nos hablan de pasados memorables. Descubre más del mundo de Isela Xospa y su reciente libro aquí.