Sabemos que todas las especies del mundo cada día se enfrentan a un ecosistema que pone en peligro su supervivencia. Sobre todo, las especies marinas. Las cuales, en los últimos años, se han visto afectadas por la contaminación de plásticos y otros residuos que inundan nuestros mares.
Por esta razón, Greenpeace México deicidio lanzar una campaña mundial que lleva por nombre 30×30. La cual tiene como objetivo crear una red de santuarios marinos que estén totalmente protegidos. Se busca que al menos un 30% de los mares sea protegido, de ahí el nombre de la campaña, antes del 2030.
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Estabilidad vital
Recordemos que la función de los santuarios marinos es importante para la preservación, conservación y reconstrucción de otros hábitats oceánicos. Pues mantienen la estabilidad vital de todos los ecosistemas que tenemos, ya que la tierra es una red de fuerzas naturales.
El proyecto será encabezado por un grupo de expertos provenientes de la Universidad de York. El profesor que estará encargado de diseñar la red será Callum Roberts y se basará en un estudio científico elaborado por la misma Universidad.
“Más allá de las fronteras del mundo terrestre existen áreas fuera de la jurisdicción nacional comúnmente conocidas como alta mar. Que representa 43% de la superficie de la Tierra y el 70% del espacio vital en el planeta, incluyendo tierra y mar”.
Callum Roberts, profesor Universidad de York
Además de esta campaña, existe la intención de crear un tratado junto con la ONU que proteja las aguas internacionales. Este Tratado Global de los Océanos no sólo permitiría proteger a los ecosistemas, sino crear áreas que conserven y establezcan un futuro más prometedor para todas nuestras especies marinas. Pues estas aguas albergan una maravillosa variedad de vida y por lo tanto, se vuelven esenciales para el funcionamiento del planeta.
La negociación sobre el tratado apenas va en la segunda fase, y la mayoría de los países involucrados mostró interés en firmarlo. La tercera etapa se llevará a cabo en la ONU de Nueva York en agosto del 2019, y la última etapa será en 2020.
Esperemos que este gran paso se logré, pues el futuro de nuestros ecosistemas depende de ello.