Lo creas o no, Filipinas tiene una fuerte relación con México. Aunque sean países muy lejanos, con costumbres y tradiciones diferentes, México y Filipinas comparten más de lo que crees.
Todas estas similitudes con el país asiático se deben a que por décadas, esta nación fue parte de la Corona Española.
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Filipinas y México, países hermanos
En 1564, el conquistador Miguel López de Legazpi. zarpó de Barra de Navidad, Jalisco para continuar con la conquista de las Islas Filipinas. Y, de esta manera, integrarla a la Corona Española.
Después, el 8 de octubre de 1565, Fray Andrés de Urdaneta llegó a Acapulco. Ahí estableció el inicio de una de las rutas comerciales más importantes de la época.
Así, comerciantes y personas de todas las clases sociales de la Nueva España acudían al Puerto de Acapulco para recibir al Galeón de Manila. Esta nave también es conocida como ‘La Nao de China’.
¿Copia o inspiración?
Muchos dicen que los artesanos novohispanos se inspiraron en los jarrones de la dinastía Ching para la elaboración de cerámica.
Igualmente, se menciona que de las telas y sedas que llegaban, surgieron los rebozos y vestidos multicolores que vemos en los trajes típicos. Un ejemplo claro, es la famosa ‘China Poblana’.
Otra de las similitudes entre Filipinas y México se encuentra la guayabera, pues es muy parecida a la Barong Tagalog. Y hasta en la gastronomía compartimos gustos porque en la cocina filipina son típicos los deliciosos tamales y el lechón.
También compartimos algunos templos religiosos por no decir que la misma religión. Y es que decenas de filipinos tienen una gran devoción por la Virgen de Guadalupe.
Son varios (y curiosos) los parecidos que nos unen con Filipinas, ya que la conexión que existía durante el virreinato fue fuerte y estable.
Foto principal: INAH