El próximo domingo 20 de mayo se llevará a cabo en la Universidad Autónoma de Baja California, el segundo debate entre los candidatos a la presidencia. El tema principal será “México en el mundo” los tres subtemas son: Comercio exterior e inversiones, seguridad fronteriza y el combate al crimen transnacional y por último se tocará el tema, derechos de los migrantes.
Quizás los temas que se tocan en este debate no son la principal preocupación de la opinión pública en la actualidad, sin embargo, son temas fundamentales para poder entender cuál será la política internacional que tendrá el país en los siguientes seis años.
En este sentido hay que tener en cuenta que hay frentes abiertos muy importantes, por ejemplo, el futuro del Tratado de Libre Comercio, ¿Cuál será la estrategia para la seguridad fronteriza y el lavado de dinero?, además de saber cuál será la postura que adoptaría el gobierno en un tema tan fundamental como lo son los derechos de los migrantes. Tema que parece estar fuera de la agenda gubernamental en los últimos años.
Será interesante que los candidatos expliquen cuáles son sus propuestas y cómo piensan llevarlas a cabo, solo así podríamos sacar conclusiones interesantes de este segundo debate.
Sin embargo, viendo el nivel de la campaña, es muy probable que el debate se vaya por otros derroteros, se incline más por el cuerpo a cuerpo para intentar comprometer al rival político, que por mostrar realmente lo que se pretende si se llega al gobierno.
Todo parece indicar que volverá a ser un debate en el que se intente presionar a López Obrador, que lo hagan salirse de su plan de no engancharse y que pueda cometer errores de los cuales se puedan aprovechar de cara al electorado. Es previsible que todos los candidatos intuyen que es de las últimas oportunidades serias que tendrán para acortar sus distancias antes del 1 de julio, y tendrán que jugarse sus últimas cartas.
Es muy probable que después del debate se genere un clima de necesidad absoluta por buscar captar el voto útil, es aquí donde Anaya y Meade deben de concentrar sus fuerzas y ver cuál de los dos podrá capitalizar esta opción. Porque a estas alturas de la campaña las encuestas dejan entre ver que, si no hay voto útil sólido, será muy difícil que puedan ganar la batalla a López Obrador.
Pero no debemos de perder de vista otro escenario político, y es que probable la batalla a partir del lunes ya no sea por quién gobernará el país, quizás tendrá que ser por tener poder en las cámaras. Este punto es fundamental, pues se empieza a intuir en las tendencias que AMLO no solamente ganaría la presidencia, si no que lo haría con mayoría en el congreso, lo cual empieza a preocupar en las esferas políticas. Es aquí donde puede surgir la disyuntiva ¿peleamos por la presidencia o nos enfocamos al congreso? Probablemente la respuesta la obtendremos el lunes en el post debate.
Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Más México