Adriana Kupijy Vargas es una joven de tan sólo 20 años que estableció una biblioteca comunitaria en la sierra Mixe de Oaxaca. Justamente en la localidad que la vio nacer, el municipio Santa María Tlahuitoltepec.
Por amor a la literatura
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Kupijy (que significa ‘flor que asciende’ en lengua mixe) es estudiante de pedagogía en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM.
Su padre es artista plástico y su madre es docente de educación especial indígena, por lo que tiene un gran acercamiento a la literatura.
Todo comenzó porque en la universidad ella sintió una fuerte inquietud de llevar a la práctica todo el conocimiento aprendido en sus clases. De hecho, Adriana comenta que pasó por una crisis en la que se frustró demasiado. Deseaba apoyar a su comunidad y pensó:
“¿Para qué estoy estudiando, si no estoy generando nada para mi comunidad o para mi entorno?”.
Por mejor educación para todos
Fue así que decidió pedir donativos en redes sociales, aunque nunca se imaginó que la respuesta de la gente fuera tan grande. Al inicio, su meta era conseguir 500 libros; sin embargo, consiguió ¡más de 4 mil ejemplares!
No fue una labor tan sencilla. Kupijy se encargó de transportar las donaciones que recibió en la Ciudad de México y su hermana de las de Oaxaca.
Luego, se dedicaron a seleccionar los libros en buen estado, limpiarlos y clasificarlos. La biblioteca abrió en enero del año pasado y se ubica en la ranchería Tejas.
Una segunda biblioteca
Entre los libros donados hay enciclopedias, novelas, libros de texto y de poesía. Pero no se va a quedar ahí su proyecto; pues ya está gestionando la creación de otra biblioteca en la ranchería vecina de ‘Las Flores’.
¡Eso sí que es compromiso con la educación y con su comunidad!
Además, quiere que en la biblioteca se impartan talleres, servicios de préstamo, espacios de lecturas en voz alta y proyecciones de películas. Por lo que requiere de más apoyo económico. Pero estamos seguros, que más gente se solidarizará con ella, pues la educación y los libros son una gran forma de generar cambios en la sociedad.
Esta joven nos demuestra que siempre se puede hacer algo por nuestra comunidad sin importar nuestra edad.