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José Clemente Orozco a 69 años de su muerte

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En un día como hoy, pero de 1949 murió el gran muralista mexicano José Clemente Orozco. ¿Quieres conocer un poco más de él y su obra? Hagamos un repaso de su historia.

José Clemente Orozco nació el 23 de noviembre 1883, en lo que hoy es Ciudad Guzmán, Jalisco. Se trasladó a la Ciudad de México a la edad de 7 años y conoció desde ese entonces el trabajo de José Guadalupe Posada. Ese acontecimiento despertó su interés por la pintura. Entró a la Academia de Bellas Artes de San Carlos, donde tomó talleres de dibujo y creció su pasión por el arte y la pintura.

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Orozco era considerado como un hombre callado, reservado, serio, preocupado por su país, por la condición humana y por la guerra. Fue caricaturista con un buen sentido del humor y un muralista dedicado. Cada espacio en blanco, ya fuera con dibujos, pintura o acuarela, lo transformaba en un mensaje lleno de vida e impacto crítico para el país.

Influenciado por el período entre guerras que vivió, su obra pictórica se identifica por no ser tan colorida. También resalta por el gran tamaño de sus figuras, los contrastes en blanco y negro y los tonos de carmín. De este modo, dio un sentido más dramático a los temas que elegía: política, situaciones sociales, desigualdad entre la población, desastres humanos, etc.

José Clemente Orozco, exposición y obras

En 1927, se fue a Estados Unidos. El tiempo que vivió ahí expuso su obra en galerías y en museos. Pintó “el Prometeo”, en el Fray Hall del Pomona College, en Claremont y un mural para el Museo de Arte Moderno en Nueva York.

Cuando regresó a México, en 1934, pintó su mural “Katharsis” en el palacio de Bellas Artes. Otras de sus obras quedaron plasmadas en la Escuela Nacional de Maestros, en la Suprema Corte de Justicia, y el que dejó inconcluso en el Multifamiliar Miguel Alemán.

Entre sus obras más llamativas están:

El hombre en llamas. Realizada entre 1938 y 1939 que representa a los hombres de la época prehispánica.

Las riquezas nacionales. Pintado en 1941 en la Suprema Corte de Justicia.  Son cuatro tableros con el tema de justicia y de los productos de la tierra, metales, animales característicos de México.

Omnisciencia. Se ubica en la Casa de los Azulejos y lo pintó en 1925.

La Trinchera: Pintada en 1926, se encuentra en el Antiguo Colegio San Ildefonso. La obra muestra tensión, fuerza y refleja el dolor de la lucha en la Revolución.

Premios y reconocimientos

En 1946, recibió el Premio Nacional de Artes por su trayectoria y su técnica tan particular. Al año siguiente, el Instituto Nacional de Bellas Artes le organizó una exposición homenaje. Y en 1959, sus pinturas fueron declaradas parte del Patrimonio de monumentos artísticos; al igual que las de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, formando el trío de muralistas más representativos del país.

Orozco murió el 7 de septiembre de 1949, y su cuerpo fue llevado al Panteón de los Hombres Ilustres. A 69 años de su partida, sigue inspirando e impactando con sus mensajes plasmados para siempre en la grandeza de sus murales.