¡Hay camotes! Bueno, ya no tanto… Camotero, y su peculiar silbido

Uno de los oficios más característicos de la Ciudad de México durante el siglo XX, fue, sin duda, el de camotero. Y aunque hoy en día todavía podemos escuchar ese particular silbido que, cual locomotora de vapor, los anuncia al pasar por algunas calles de la ciudad. Lo cierto es que cada vez es menos frecuente encontrarlos.

Además de camotes de piel púrpura y pulpa blanca, los camoteros también suelen ofrecer plátanos machos horneados. Este tradicional postre se suele servir cocido y caliente, acompañado de leche condensada, canela y azúcar. Los camoteros recorren las calles generalmente en la tarde y por las noches.

La popularidad de este oficio ha disminuido notablemente, la mayoría de los camoteros que encontramos en la actualidad, aprendió el oficio de su padre, o de algún familiar, pero muchos no siguieron con la tradición. Esto se debe a que los postres tradicionales perdieron terreno ante la gran variedad de antojitos, postres y comida rápida que podemos encontrar hoy en día.

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El carrito

Además del sonido, lo que más distingue a los camoteros es su particular carrito. El vehículo cilíndrico llega a pesar entre 100 y 300 kilogramos, y aunque en ahora es normal que encontremos carros pequeños con tambos de 50 litros, la media de años atrás era de 200 litros. Su costo oscila entre los 8 y los 12 mil pesos.

Están hechos de lámina galvanizada y utilizan tres llantas para desplazarse. Además de dos pequeñas ruedas delanteras para estabilidad y una trasera para controlar su movilidad. En la parte frontal del vehículo, se yergue un grueso tubo. También conocido como chimenea, cuya función es la de escape de humo para evitar que el producto se ahúme.

El silbido

Seguramente se preguntarán qué es lo que pasa con el silbido, cabe mencionar que no todos los carros de camotes tienen integrado este peculiar dispositivo. El particular sonido se produce a través de un escape de vapor de agua a presión. Consta de un tanque de agua colocado en la parte superior del vehículo que sostiene un tubo vertical que posee una llave de paso. Lo que permite al camotero liberar vapor a presión y anunciar su llegada.

Camotero, oficio en peligro de extinción

Aunque hay pueblos como San Lorenzo Malacota, en el Estado de México, donde gran parte de los hombres adultos son camoteros. Hoy en día se considera un oficio en peligro de extinción. Pero lo pintoresco de su labor le ha dado y le sigue dando mucha vida a las calles de nuestro país. Si prestas atención, quizá puedas escuchar todavía el melancólico silbido del camotero.