Fotógrafo ambulante, testigo del pasado y oficio olvidado

Después de la invención de la cámara y antes de la era tecnológica, existía alguien que retrataba los momentos especiales. Se trata del fotógrafo ambulante, un oficio muy requerido durante muchos años. Hoy sacamos nuestro teléfono o cámara y tomamos cientos de fotografías de un solo evento, pero antes no era así.

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Oficio que inmortalizó nuestros recuerdos

Cuando comenzaron a existir las cámaras fotográficas, algunas familias las compraron para capturar importantes acontecimientos de las familias mexicanas. Así nacieron los fotógrafos ambulantes.

Hace años era común verlos recorrer las calles para ofrecer su servicio, sobre todo de los años 20 a los 40. Claro que no era una cámara pequeña como las conocemos actualmente, sino que cargaban un enorme aparato.

Cada reunión familiar o en las fiestas de pequeños pueblos y ciudades, el momento de la fotografía era lo más especial. Este era el recuerdo de tan importante ocasión. La evidencia de una fecha inolvidable. Por eso, los fotógrafos eran muy solicitados durante festivales, bautizos, y bodas. Incluso, también asistían a funerales para captar ese triste momento.

A veces, los fotógrafos ambulantes también cargaban escenografías con la idea de ofrecer a sus clientes fotos más divertidas.

¿Todavía existe el oficio de fotógrafo ambulante?

Aún, en nuestros días, existe un pequeño registro de estos individuos en nuestro país. Pero, si algo es cierto, es que este oficio como tal se está olvidando. De hecho, muchos tuvieron que cambiar de profesión.

Sin embargo, sin ellos, no tendríamos registros de acontecimientos, personajes, lugares o eventos que ocurrieron en el pasado. Además, su oficio despertó el interés por involucrarse en otras profesiones relacionadas a la fotografía. Sin su noble trabajo no tendríamos evidencia de cómo eran las familias mexicanas hace años. Pues, muchas de estas fotos hoy se encuentran en museos etnográficos del país.

Ahora es más fácil adquirir una cámara, tomar fotografías y almacenar recuerdos. Pero no hay que olvidarnos de aquellos que comenzaron a capturarlos.

Fotos: Tabasco Hoy