“No eran seres humanos, pero en ningún animal había encontrado una relación tan profunda conmigo. Los axolotl eran como testigos de algo, y a veces como horribles jueces. Me sentía innoble frente a ellos, había una pureza tan espantosa en esos ojos transparentes. Eran lavas, pero larva quiere decir máscara y también fantasma. Detrás de esas caras aztecas inexpresivas y sin embargo de crueldad implacable…” Julio Cortazar, Axolotl.
Animales enigmáticos, una de las más curiosas especies endémicas de México por su parecido con la salamandra. La palabra ajolote proviene de la palabra náhuatl Xolotl, que era el nombre del dios azteca de la muerte, la resurrección y el juego.
El ajolote posee una cabeza ancha y redondos ojos sin párpados, así como branquias, patas cortas y una cola con forma de aleta que le sirve para nadar. Incluso desarrolla pulmones. Miden unos 23 centímetros de largo, pero pueden llegar a crecer hasta alcanzar más de 30 centímetros.
Su origen
Los ajolotes son endémicos de las aguas de Xochimilco y Chalco de la Ciudad de México. Su distribución se limita únicamente a la zona central de la República Mexicana. Su hábitat son los lagos cercanos a la Ciudad de México y en especial, al lago Xochimilco puesto que la mayor parte de los lagos centrales ya no existen.
Cualidades
- El ajolote tiene la habilidad de regenerar desde sus patas y cola hasta parte de sus órganos vitales como el corazón y el cerebro.
- los ajolotes, a diferencia de la mayoría de los anfibios, conserva sus características de larva o de bebé, como sus branquias y aletas, durante toda su vida. Este fenómeno se conoce como neotenia.
- Los embriones de los ajolotes también son ideales para investigaciones médicas y biológicas.
- Los cuernos del ajolote no son decorativos, en realidad son branquias por las que respira, aunque el término más correcto es intercambio de gases.
En peligro de extinción
El Gobierno mexicano considera al ajolote una especie en peligro de extinción, se estima que existen solo entre 700 y 1.200. Por esta situación el ajolote está protegido bajo normas ambientales nacionales.