Don Benigno González emigró hace 41 años de Dolores Hidalgo, Guanajuato, a los Estados Unidos. No fue un camino fácil; pero hace unos meses lo reconocieron como el mejor ranchero hispano del país.
En busca de un futuro mejor
A sus 56 años, él y su esposa son dueños de Twisted Sweetgum Farms. Ahí se dedican a la crianza de aves de importantes empresas avícolas de Carolina del Norte. Sin embargo, el éxito no fue inmediato.
Cuando Don Benigno llegó a Estados Unidos, a la edad de 15 años, trabajó en un rancho de ganado en Texas. Entre sus tareas estaba limpiar cercas y juntar leña, pero estaba solo. Entonces, regresó a México y volvió a los Estados Unidos al año siguiente, ahora trabajando en un campo de tabaco.
Luego, conoció a su esposa y se casó en 1998, ambos trabajaron duro a lo largo de 12 años más. Después de todo su esfuerzo, la recompensa llegó y pudo comprar las granjas de aves de su suegro, descendiente cherokee.
Primero construyeron cuatro gallineros. Más tarde, pidieron un préstamo al banco para aumentar los gallineros y recibieron el apoyo. Eso sí, siempre con las técnicas más cuidadosas con el ambiente y sus animales.
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Don Benigno, gran mexicano
Por ser responsable con los recursos naturales y las aves, recibió el premio al Mejor Ranchero del Año. Esto de parte de la Organización Nacional de Empleados Hispanos Profesionales de Servicio de Conservación de Recursos Naturales.
Pero también lo ganó por su fuerte compromiso con la comunidad latina. Pues Don Benigno enseña a leer, a escribir y colabora con organizaciones latinas.
Tanto su familia como quienes lo conocen lo felicitan por su esfuerzo. También él se siente orgulloso, pues, aunque se diga fácil, no lo fue en absoluto. Pero, sin duda, muchos mexicanos nos enorgullecemos de tener gente tan trabajadora como él.
Así como la historia de Don Benigno, hay muchas historias de migrantes que salen buscando mejores condiciones de vida. Algunas terminan tristes, otras felices, pero la mayoría con un camino difícil. Sabemos que no es sencillo dejar su tierra, encontrar donde quedarse, pasar hambre, frío, soledad. Sin embargo, muchos casos nos enseñan que trabajando duro se pueden lograr grandes cosas.
Fotos: Especial