México no se queda atrás en cuestiones tecnológicas, pues un grupo de científicos de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) y del Instituto Tecnológico de Saltillo están trabajando en prototipos de dispositivos flexibles capaces de recargar energía ¡a partir del calor humano!
¿Cómo funciona?
El cuerpo humano se convierte en una batería. Mientras que el dispositivo transforma la energía del calor en electricidad. Al mismo tiempo, alimenta aparatos como calculadoras, relojes y hasta celulares. Los prototipos se desarrollan con base en los principios de la electrónica flexible. Una tecnología muy vanguardista que es tendencia a nivel mundial, actualmente. A través de ella, se crean dispositivos compactos, ligeros, capaces de doblarse y a bajo costo.
Esta tecnología tiene algunas ventajas. En primer lugar, beneficia al medio ambiente, ya que aprovecha fuentes de energía sustentables, como el calor humano o la energía solar. Lo más importante es que no utiliza materiales tóxicos.
Además, se adhiere a la piel perfectamente para que no se caiga por el movimiento. Y así, evita que se pierda la generación del voltaje. Otra ventaja es que el tiempo de vida de los dispositivos electrónicos sería notablemente más largo. Con esta innovación tecnológica también podrían sustituirse las pilas alcalinas convencionales, porque pretende alcanzar un voltaje similar sin elevar el costo y carga rápida.
Fotos: CONACYT
Se acabarían los problemas de los celulares con pantallas rotas porque el uso de materiales rígidos, metálicos en los diferentes aparatos quedaría en el olvido. Ya que utiliza materiales flexibles y amigables con el ambiente.
Hasta ahora, el proyecto va muy bien. Sin embargo, aún deben revisarse algunas cuestiones, entre ellas, el voltaje, pues se genera dependiendo del tamaño de la superficie del dispositivo. Así como encontrar la forma para que sea lo más confortable posible.
El prototipo representa un gran avance tecnológico y científico para México, con el que podríamos ser mayormente reconocidos ante el mundo. Por eso, los científicos buscan perfeccionarlo, patentarlo y comercializarlo en el país y a otros países.
¡Sería muy útil!