Entre los seres más intrigantes de las leyendas mexicanas, principalmente del sur del país, están los chuleles. Básicamente, son parecidos a los nahuales, pues tiene que ver con la transformación de una persona en animal. Pero los chuleles son propiamente una leyenda del estado de Chiapas. ¿Conocías algo sobre ellos?
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Creencias chiapanecas
Dentro del nahualismo, podemos encontrar varios casos. Uno se refiere a que el ser humano puede transformarse en animal. Un segundo caso ocurre cuando sólo el alma o espíritu modifica el aspecto, sin que cambie el cuerpo. Así, el espíritu se sale del cuerpo y realiza sus actividades. Otro caso se refiere a cuando la persona se convierte en una bola de fuego.
En la cosmogonía prehispánica maya de la región de Chiapas, muchos piensan que cuando una persona nace, también nace un animal. Se dice que los tzoztiles de Zinacantán tienen la creencia de que todos lo humanos tienen un espíritu animal como guardián. Éste los acompaña durante toda su vida.
Chuleles, alma humana y espíritu animal
Se les llama chuleles a las almas de las personas que pueden transformarse en animales. También es la unión entre la parte animal y su cuerpo humano. Y es que, según las creencias , por cada uno corresponde un chanul o toná. Cuando la persona muere, también lo hace su chanul. Sin embargo, su espíritu animal conocido como wayjel regresa al inframundo y espera a su nuevo dueño.
Al estar unidos, todo lo que le pase durante su forma animal repercute cuando regresa a la forma original. Por eso, si son heridos, al volver a transformarse en humano lo estará.
Por otro lado, los chuleles se dividen en clases: pukujes, ikales, kibales, los cuales se distinguen por aterrorizar a personas. De igual forma, se dice que roban a los recién nacidos, matan personas y hasta se convierten en bolas de fuego.