Por Conrado García Velasco
La grandeza de la cultura maya no deja de sorprender a miles de visitantes extranjeros y nacionales que llegan a las pirámides de Chichen Itza, Uxmal o Kabah, para atestiguar sus amplios conocimientos de astrología, arquitectura, el numero cero y su culto al dios Kukulcan, serpiente emplumada.
Un fuerte calor se siente en la zona arqueológica, en busca de sombra, las iguanas salen de los montones de piedra caliza con inscripciones mayas o ídolos. Para José Kantún, guía de turistas, en temporada baja llegan hasta cuatro mil visitantes al día y en alta superan los diez mil.
“No se que seria de Yucatán si mis abuelos mayas no hubieran habitado esta península, no tendríamos trabajo, ni turistas”, dice riéndose en español y de inmediato comenta lo mismo en inglés para los turistas de Canadá y Japón, “para que me entiendan todos”.
Dedicada al culto del dios Kukulcán, la pirámide principal de Chichen Itza tiene en su estructura un exacto calendario tridimensional, con el numero de días, semanas, meses y años que aun en la actualidad se usa, mas preciso que el gregoriano, porque el conocimiento de los mayas sobre la astrología era mas avanzado.
Se estima que este templo fue construido en el año 960 D.C. sobre una plancha de 55 metros, con una altura de 24 metros y cuatro lados que representan los cuatro punto cardinales, cada uno tiene 91 escalones mas uno que conduce a su templo superior, sumando un total de 365 escalones, los días que tiene un año.
Considerada Patrimonio Mundial de la Humanidad, volvió a ser noticia internacional cuando en agosto de 2015, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM) descubrieron que esta construida sobre un cenote.
También, mediante una tomografía eléctrica tridimensional, se descubrió dentro de la pirámide una segunda estructura con una altura de 10 metros, lo que permite asegurar que las culturas antiguas no destruían sus estructuras, sino que construían sobre ellas al ser considerados sitios sagrados.
A decir de los arqueólogos, eran considerados “ejes cósmicos”; lugares en los que los gobernantes o sacerdotes estaban en contacto con los otros planos espirituales por lo tanto no debían ser destruidos.
La pirámide de Kukulcan es visitada durante los atardeceres equinocciales (20 o 21 de marzo y 22 o 23 de septiembre), donde el juego de luz y sobra de los rayos del sol penetran por la esquina norponiente de la fachada forman triángulos isósceles de luz en la escalera.
Estos se van distribuyendo perfectamente y forman simétricamente el movimiento de una serpiente que va descendiendo por las escalinatas hasta llegar a la cabeza que se encuentra al principio de las escalinatas.
Es lamentable que los visitantes extranjeros, para poder contemplar la grandeza de los mayas, tengan que caminar y estar escuchando los gritos de los vendedores ambulantes, porque el INAH les permiten vender a unos cuatro metros de los vestigios mayas, señaló un turista mexicana.
Y es que, al grito de “a dólar”, decenas de comerciantes ambulantes ofrecen dentro de la zona desde figuras religiosas de perros, hasta máscaras de luchadores con las letras de la NFL, los típicos sarapes multicolores de Saltillo, y montones de pequeñas pirámides.
También hay que pasar un amplio corredor de comerciantes ambulantes para llegar al “Cenote Sagrado” que se encuentra a metros de la pirámide de Kukulcan y en donde se encontraron joyas y restos humanos que confirman sacrificios en ceremonias religiosas en honor al dios de la lluvia Chaac.
Así, los gritos de los comerciantes se mezclan con los aplausos de los turistas que les piden los guías, para que escuchen los efectos acústicos que producen los vestigios que aun quedan.
De esta forma, Chichen Itza, una de las siete maravillas del mundo moderno, aun guarda cientos de secretos sobre arquitectura, diseño, matemáticas y sobre todo de la medición del tiempo, ya que se estima que está sincronizada con el movimiento de los astros.
Uxmal, el tesoro escondido en la selva
Uno de los principales asentamientos de gran poder económico, político y arquitectónico en el mundo maya fue Uxmal, considerada una ciudad de primer rango que llegó a tener una extensión de 12 kilómetros cuadrados, con una población de 20 mil habitantes.
El sol está radiante, el cielo, completamente azul sin ninguna nube cerca, contrasta con el verde de la vegetación, un verde intenso, característico de las zonas selváticas. Aquí los llamadas decidieron levantar Uxmal.
Es la llamada región Puuc, que aguarda una gran cantidad de construcciones de magnificencia arquitectónica con elementos singulares.
Por ejemplo, la pirámide principal es la única de la cultura maya con un contorno ovalado que cubre los tres primeros niveles originales, y el cuarto y quinto presentan la habitual forma prismática.
Esto llama la atención de los visitantes, que en ropa ligera y sandalias se acercan, observan, toman decenas de fotos y sobre todo, disfrutan del silencio y de la majestuosidad de estas construcciones.
Los escalones de la pirámide son estrechos y empinados, superan los 45 grados y se cree que esto se dispuso con la intención de que quienes subieran al templo, no pudieran levantar la cabeza durante el ascenso ni que pudieran dar la espalda al dios Chac durante el descenso.
El templo alcanza una altura de 35 metros, con una base de 53.5 metros en el lado mayor y esta construido íntegramente de piedra, con un sentido simbólico, porque representa los trece niveles que los mayas consideraron que tenia el cielo. Se estima que la edificación inicio en el siglo VI y el ultimo nivel en el siglo X.
A este castillo solo podían acceder los principales sacerdotes y los nobles, quienes efectuaban rituales de sacrificio y auto-sacrificio para ofrendar y hacer peticiones a sus dioses, el mas importante de ellos y con mayor presencia en Uxmal, es Chaac, dios de la lluvia, el trueno y el relámpago.
Dentro del área arqueológica que no tiene comercio ambulante, a diferencia de Chichen Itza, esta el llamado cuadrángulo de los pájaros, formado por cuatro edificios que limitan un patio cerrado.
Los extremos del cuadrángulo que están orientados hacia el norte, sur y oeste corresponden a edificios tipo palacio, con esculturas de pájaros que dan nombre al conjunto y que llaman la atención de los visitantes.
Es sorprendente, expresa en inglés una turista, maravilloso, le contesta su acompañante, que con lentes y sombreros de paja se cuidan del intenso sol.
Colindando al oeste de estas ruinas, se encuentra el Cuadrángulo de las Monjas, que agrupa a cuatro edificaciones del más puro estilo Puuc, cada uno de los cuatro edificios es diferente y el conjunto presenta una gran armonía en sus distintos niveles y en su horizontalidad.
Cerca de ahí está un juego de pelota, que tiene banquetas en talud adosadas a los muros interiores de la cancha, en los cuales están empotrados dos aros de piedra que tienen inscripciones jeroglíficas.
La Casa de las Tortugas es de gran sencillez y belleza, su nombre se debe a los motivos ornamentales que se encuentran en la moldura superior de la estructura. Su friso está decorado con falsas columnillas. Las tortugas que decoran esta edificación están asociadas con el ritual del agua y la creación del mundo.
Uno de los edificios más elegantes y complejos del arte geométrico maya es el magnífico Palacio del Gobernador. Consta de tres plataformas. Su friso, elaborado en mosaico de piedra, muestra gran cantidad de elementos decorativos.
Destacan los mascarones de Chaak y las serpientes, cuyos atributos de fecundidad relacionados con el agua y la tierra se complementan con otros de carácter astronómico y vinculado con el ciclo de la vida.
Kabah, la joya del arco
En el sureste de Uxmal, ubicado en el municipio de Santa Elena, se encuentra otro importante grupo arqueológico maya denominado Kabah, nombre que probablemente proviene del maya antiguo y significa “mano dura”, aunque también se conoce con un nombre alterno: “Kabahuacan”.
Ciudad conocida como el segundo centro religioso más grande del estilo Puuc. Su época de mayor apogeo fue hacia el año 800 D. C. Su período de auge coincidió con el de Uxmal durante los siglos IX y X y como éste, quedó abandonado en el siglo XI.
Si bien la zona tiene un menor flujo de turistas, quienes la visitan valoran cada detalle arquitectónico.
Entre las principales construcciones del sitio se encuentran: El Palacio, ubicado en un alta explanada que conforma un cuadrángulo; La Gran Pirámide y un arco que marca el acceso principal al sitio por el sacbé de Uxmal; el edificio conocido como Manos Rojas y una de las más importantes estructuras mayas de todos los períodos y sitios llamada Codz Pop.
Codz hace referencia a la forma enrollada de la nariz del dios Chaac, representado en 250 mascarones tallados en piedra a todo lo largo y a lo ancho de la fachada poniente de este edificio, mientras que pop tiene una connotación relacionada con alta jerarquía o divinidad y es el nombre del primer mes del calendario maya.
El edificio se encuentra sobre el costado poniente de una gran plataforma, procedido por una plaza; en ésta hay una segunda forma donde se descubrieron inscripciones jeroglíficas interpretadas como glifos y emblema de Uxmal y Kabáh, además del nombre de Chaac atribuido a un señor de Uxmal.
Por su parte, la crujía opuesta, en el ala oriente, tiene diez cámaras. Sobre el friso, muy deteriorado, se conservan casi completas dos de siete esculturas de dignatarios mayas con tocados que rematan en mascarones de Chaac y como fondo, un penacho de plumas.
Un arco maya en aparente aislamiento se mantiene hacia el oeste sobre una pequeña plataforma, es lo que más llama la atención de los turistas y que sirve de escenario para tomar fotos y sobre todo, para tener la famosa “selfie”.
La construcción ostenta dos pilares con moldura sencilla en la parte superior, a partir de la cual se desarrolla la bóveda maya. Fue un portal que marcó, de manera sencilla y a la vez majestuosa la vinculación política y territorial de Kabáh con Uxmal.
Así, estas tres majestuosas zonas mayas siguen sorprendiendo y guardando muchos secretos, a pesar del paso del tiempo.