El teporingo conocido como el “conejo de los volcanes” es un mamífero lagomorfo que pertenece a la familia Leporidae y es un animal endémico de México, la mala noticia es que por la creciente urbanización de su hábitat está bajo la amenaza de la extinción.
El pequeño zacatuche vive en la parte central del eje Neovolcánico mexicano, es decir, cerca de los volcanes Tláloc, Popocatépetl e Iztaccíhuatl; en estas zonas abundan los bosques de pino que tienen como particularidad la densa hierba a sus alrededores.
El teporingo mide alrededor de 30 cm de largo, cola vestigial de unos 20 o 30 mm y orejas de 40 mm, pequeñas en comparación con otros conejos. Su peso medio es de 600 g. Su pelo, corto y uniforme, es de color amarillo y negro, salvo en la superficie dorsal de las patas y algunas zonas de la cara, que son de color ocre, y un triángulo de pelo rubio en la nuca.
Este tipo de conejos cría durante todo el año, aunque se le ve más activo sexualmente durante el verano, sus camadas suelen ser muy pequeñas, apenas tres crías, y se mantienen en el nido sólo por 14 días pese a que no pueden moverse ni alimentarse por si solos durante 3 semanas.
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El crecimiento de la población humana cercana a su hábitat, la disminución de su área de distribución, así como la actividad de deforestación, son los principales factores que han puesto en peligro a la especie; es hora de que nos pongamos las pilas para proteger nuestras especies animales que le dan equilibrio a los ecosistemas.
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