Querétaro no sólo se caracteriza por su gastronomía, cultura y calidez humana de sus habitantes para recibirte en su ciudad. Sus Pueblos Mágicos, calles y edificios están llenos de magia y leyendas que sorprenden a chicos y grandes. Una de las leyendas más conocidas del estado es la de Chucho el roto, a tal grado que existen diferentes negocios que han adoptado ese nombre pero, ¿sabes de qué trata la leyenda de este personaje originario de Tlaxcala? En Más México te contamos la leyenda:
La leyenda de Chucho el roto
Cuenta la leyenda que… “Jesús Arriaga, alias “Chucho el roto”, nació en Santa Ana Chiautempan Tlaxcala en el año de 1858, de oficio ebanista. Debido a la muerte de su padre, era su deber mantener a su madre y hermana, de esta manera un buen día llegó a su taller un caballero distinguido solicitando un ebanista para que examinara una sillería fina italiana.
Así fue que conoció a Matilda, sobrina del caballero, de quien se enamoró y fue correspondido, pero su extracto humilde ponía una barrera entre los dos debido a la diferencia de clases, sin embargo eso no impidió del todo que Matilda se embarazara de Jesús y tuvieran una hija, motivo que hizo que don Diego de Frizac mandara a Matilda a Europa para dos años después regresar con una niña llamada Dolores, de quien decían era adoptada.
Ante tal situación, Jesús decidió robarse a su hija y fue encarcelado; al ser atrapado, fue recluido en la cárcel de Belem en la capital del país para posteriormente ser trasladado a San Juán de Ulúa en Veracruz, cárcel conocida por sus tormentos a los reclusos.
En 1885 jesus se escapó de San Juan de Ulúa, con la decisión de estafar y robar sobre todo a los ricos para ayudar a la gente pobre, con quienes repartía sus botines, para ello vestia de manera elegante.
En esos días a los ricos se les apodaba “rotos”, de este apodo fue que surgió el sobrenombre de “Chucho el roto”. Durante diez años Chucho logró estafar y robar de maneras muy ingeniosas, hasta que fue apresado en Queretaro por el robo a una joyería.
Una vez trasladado a San Juan de Ulúa, Chucho intentó escaparse de nuevo, pero logró su objetivo a medias, ya que fue perseguido en lanchas y apresado de nuevo, siendo lesionado de una pierna, como resultado de su fuga frustrada el juez lo condeno a 300 latigazos, sin embargo, Matilde la madre de su hija, se comenta que pagó al verdugo conocido como “el chino” para que aplicara los latigazos de manera tal que no lo matara, lo siguiente que se sabe es que fue trasladado al hospital “Marqués del Monte” donde murió en brazos de Matilde, a quien juró amor eterno.
Murió en Veracruz el 25 de marzo de 1894 a los 36 años de edad, fueron Matilda y Dolores su hija quienes reclamaron el cuerpo. El féretro fue trasladado a la ciudad de México bajo la custodia de guardias contratados por Matilde, donde se le dio cristiana sepultura”.
Ahora ya conocen el origen de la leyenda y cómo el amor entre Jesús y Matilda siempre fue imposible.