A partir de que entre en función el gobierno de Claudia Sheinbaum, el próximo 5 de diciembre, estrenaremos un nuevo logotipo para la Ciudad de México y será la imagen institucional del próximo período gubernamental.
El logotipo fue seleccionado tras el concurso organizado por el equipo de la futura jefa de gobierno. Entre el 11 de septiembre y 31 de octubre pasados, muchos hombres y mujeres, entusiastas por una transformación en la ciudad, participaron con otras 804 propuestas de diseño.
La propuesta de Israel Hernández Ruiz Velasco resultó finalista junto con la de Paola Beauregard Méndez; pero tras un análisis del jurado multidisciplinario de expertos, decidieron que el diseño ganador sería el de Hernández. Como premio se llevará 150 mil pesos, que cobrará en cuanto sea la toma de posesión.
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El logo es una ‘equis’ que representa el cruce de caminos y un punto de encuentro. Su forma entrelazada simboliza la construcción de un tejido social. Surgió a partir de una abstracción del emblema de la Ciudad que aparece en el Códice Mendocino o Códice Mendoza, un sistema pictoglífico mexica sobre la fundación de Tenochtitlán, donde se divide el territorio en cuatro barrios delimitados por canales que cruzan la ciudad.
Los cuatro puntos cardinales simbolizan la cuarta generación, los ciudadanos, la gente y los ciclos. Mientras que el color verde se relaciona con la renovación, el desarrollo y el equilibrio con el medio ambiente.
¿Plagio o coincidencia?
El nuevo logotipo de la CDMX causó controversias tras las primeras horas de ser anunciado. La banda de heavy metal, Neural FX, originaria de Monterrey, reclamó que el diseño es muy parecido a su símbolo. Por lo que el asunto debe quedar aclarado antes del 5 de diciembre, ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, aseguró la próxima mandataria de la Ciudad de México.
Sheinbaum especificó que la idea del logo no busca sustituir la marca turística de la CDMX y tampoco generar gastos a los taxistas por cambiar la cromática de los vehículos; sino que será la imagen institucional que distinguirá el nuevo modelo de gobierno.