Existen historias de emprendedores, de exitosos empresarios, de grandes atletas, y un sin fin de mexicanos que nos motivan y además se convierten en referentes de muchos jóvenes para atreverse a salir adelante. ¡Y por supuesto, alcanzar sus sueños!
Sin embargo muy pocos volteamos a ver la parte artística, por ejemplo, la música clásica. En México tenemos grandes exponentes, representantes a nivel internacional que destacan por su talento, pero que son poco conocidos, y reconocidos.
Esta semana para nuestra sección México por mexicanos salimos a buscar una historia especial, él es Ulises Castillo, un profesor de contrabajo de la Escuela Superior de Música, orquestista de Cámara de Bellas Artes, y un mexicano ejemplar. ¡Adéntrate en su historia!
Ulises nació en la Ciudad de México, a corta edad, su madre decidió meterlo a clases de música, según su relato, con nada lograba quedarse quiero, porque fue un niño muy travieso, a excepción de la música clásica. Fue ella también la que escogió su instrumento, que más tarde se volvería una extensión de su cuerpo, como él mismo lo denomina.
Por fortuna, pertenece a una familia de músicos, sin embargo él considera que no tenía el don desde que nació, sino que un profesor descubrió su talento. Ese momento “mágico”, como él le llama, llegó con los retos, a verse retado por su profesor dio todo de sí para triunfar en la música.
La carrera no ha sido fácil, Ulises se casó sin haber terminado la preparatoria, situación por la cual necesitaba ingresos, mismos que la música no le otorgaba, en una primera instancia. Sin embargo no desistió.
Hoy no solo da clases de contrabajo en la Superior de Música, hoy tiene “el mejor trabajo del mundo: tocar en la Orquesta de Cámara de Bellas Artes”.
Como todos ha tenido momentos amargos, difíciles, en los que ha querido tirar la toalla, pero ve en la música clásica su refugio, el estar parado en un escenario alimenta su alma y lo motiva a seguir enseñando, compartiendo y contagiando de esto, a sus alumnos.
Son pocos los que ingresan a la Superior de Música para aprender a tocar este instrumento (el contrabajo). Sin embargo, lo comenta Ulises, es labor de los profesores hacer que los alumnos se enamoren de lo que hacen. “Un músico no es tal, sin amar realmente su profesión”.
Y esa es su labor todos los días, regresarle a la música todo lo que le ha dado. ¡Satisfacciones, tristezas, logros, esperanza, y ganas de seguir adelante!
Son muchas las historias que inspiran, pero sin duda la de Ulises es una muy especial.
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