Muy pronto estará disponible el libro ‘Transbodador Andrómeda’, de la joven escritora y actriz, Grecia Monroc. Para ella, todo lo que ha vivido le ha servido de inspiración para sus obras. Así nacieron sus personajes: dos fantasmas y una alienígena. Sus historias, llena de sensaciones, recuerdos y emociones, nos envuelven en mundos oscuros. y nos transportan fuera de este mundo, incluso a otros universos.
De ‘Sirenita’ a escritora y actriz
Su carrera como escritora, comenzó desde pequeña, pues a los 4 años escribió su primer poema. Éste se llamaba ‘La pluma y el viento’. También en su infancia, despertó su interés por la actuación.
Grecia iba a participar en una obra en su escuela, pero era muy tímida, así que su mamá la llevó a ver la obra de ‘La sirenita’. En su inocencia se preguntó cómo le hacía la sirenita para sobrevivir fuera del agua. Entonces, su mamá le explicó que se trataba de una actriz y que su trabajo era interpretar a una sirena.
Cuando se presentó en su escuela, su mamá y sus maestras se llenaron de admiración por su presencia en el escenario. Y, desde ese entonces, se enamoró de la actuación.
Para Grecia, existe una fuerte relación entre ser actriz y escritora, ambas disciplinas le dan libertad. Son dos mundos que no puede separar.
Por un lado, al escribir, ella se siente absolutamente libre; es donde puede expresar sus sentimientos tal cual los siente. Ahí puede ordenar sus emociones, desahogarse y llevar el hilo conductor de la historia.
“Es como un sentimiento de poder muy grande y todavía lo llevas a otro nivel cuando es una obra de teatro o un guión de cortometraje, o lo que sea. Y ves a las personas decir o hacer lo que tú escribiste. Eso es totalmente maravilloso y me da mucha libertad. “
Pero en la actuación también experimenta otro tipo de libertad.
“En la actuación, generalmente, estás interpretando un personaje que alguien más escribió. Y sí te da cierto tipo de libertad de no estar encerrado en ti mismo. Como que dejas un momento todas las pre concepciones que tienes de ti y todo eso y te das la oportunidad nada más de experimentar tu cuerpo con otras sensaciones y dejarlo fluir”.
De la depresión y una relación tóxica a la Casa amarilla
Su primera novela fue ‘La Casa amarilla, el subtexto del silencio’. Aquí, Grecia quiso trabajar el tema de la depresión y el suicidio, a través de dos fantasmas, sus protagonistas.
“Surgió porque tuve un año muy difícil en mi vida, durante mi adolescencia. En ese año me detectaron un tumor en el cerebro en la hipófisis, una amiga muy querida se suicidó y el que fue mi primer amor se fue a vivir lejos. Entonces estos tres hechos fueron muy impactantes para mí.”
Prácticamente al mismo tiempo, inició una relación tóxica que duró muchos años. Esto la hizo sentir como un fantasma porque no podía relacionarse con las personas de una forma normal.
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“Estaba ahí en la sociedad, pero como que era un espectador, como si fuera un fantasma en una casa embrujada.”
Por supuesto, la novela tiene una bonita historia de amor. Aunque el proceso no fue sencillo, pues lo que vivió emocionalmente le afectó para continuar escribiendo. Pero al final, cuando la terminó de escribir, se sintió completamente liberada.
Un personaje fuera de este mundo
Ahora, Grecia se encuentra muy emocionada por el lanzamiento de su nueva obra. Ésta se llama: ‘Transbordador andrómeda, el subtexto de las cosas importantes.’
“De alguna forma, sí está ligada a la anterior, no es el mismo universo, no son los mismos personajes, pero siento que es parte, justo como en los cómics, de un multiverso. O sea es como si la heroína del primero, en otro universo le hubieran pasado estas otras cosas, donde también tenía que aprender algo.”
Esta vez, el personaje principal es una alienígena. Y con ella, ahora nos habla del tema de la ansiedad de encontrar tu propia identidad y ser tú mismo.
“Después de que salí de esa relación, eso fue lo que me sucedió. La protagonista es una alienígena, es la conciencia alienígena que cae en el cuerpo de un humano y llega para experimentar la ciudad. Ella también tiene una relación, porque para mí, las relaciones son lo más importante que venimos a hacer a esta tierra, no por lo que nos trae románticamente, sino porque son como un espejo y nos ayudan a descubrir quiénes somos”.
Pero esta historia también tiene su propia música; de hecho, ella misma la compuso, con el apoyo de algunos amigos. Por lo que se trata de una combinación muy interesante entre la literatura y lo musical.
Grecia, la mexicana, la soñadora
Definitivamente, los sueños no se cumplen solos y Grecia lo sabe. Se necesita valor para proponer, para trabajar por ellos y conseguirlos.
“Siempre he creído que la perfección es algo a lo que puedes aspirar, pero que, si te esperas a alcanzarla para sacar algo al mundo, nunca lo vas a lograr. Tienes que arriesgarte, salir fuera con las cosas en el momento en el que estás y con todas las deficiencias que eso pueda significar, pero es la única forma de avanzar.”
Dentro de 10 años, Grecia Monroc se ve con más material literario de la mano de la editorial de su hermana, Editorial Devotchka. También espera seguir sacando discos, evolucionar y lanzar una marca de ropa interior. Y, aunque le gustaría tener una villa en Italia, nunca dejaría México.
Y es que México la llena, para ella es el mejor lugar del mundo, es un lugar repleto de estética y belleza. Pero, sobre todo, un país en constante evolución.
“Como todos nosotros, tenemos crisis y procesos difíciles. Yo creo que un país es exactamente lo mismo. Pero creo que lo mejor que podemos hacer es voltear hacia arriba y hacia adelante todo el tiempo, y siempre vamos a llegar allí. Y sí, los gobernantes tienen sus cosas qué hacer y qué mejorar, pero creo que lo que está en nuestro control es hacer nuestra parte cada día. Y yo creo que vamos a llegar lejos y salir de todas las crisis. Siempre va a haber una crisis más porque si no, no avanzaríamos.”
Te invito a estar atento, pues pronto su libro estará disponible. Además, dentro de unos meses, en Spotify saldrá el audiolibro de la Casa Amarilla y será una gran experiencia.