El año pasado, el estado de Nuevo León obtuvo su tercer pueblo mágico. Ahora nos toca a nosotros ir a visitarlo. Es hora de preparar maletas y mochilas y dirigirnos a Bustamante.
Desde que llegas sabrás que todo está bien, pues te recibe una fábrica de mezcal, pero eso no debe detenerte. Hay que seguir para que puedas disfrutar todo lo que Bustamante ofrece.
Si llegaste con toda la energía del mundo, ve al Cañón de Bustamante. Verás cómo el aventurero dentro de ti no podrá aguantarse más. Primero, la vista te dejará sin aliento y te dará un momento mágico. Cuando te hayas recobrado puedes empezar a instalar tu campamento. Con eso listo, agarra tu bici de montaña y a explorar el terreno. Debes llevar tu cámara bien cargada para que puedas tomar muchísimas fotos.
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Ya que estés cansado y listo para relajarte, puedes ir al Ojo de agua San Lorenzo. Ponte tu traje de baño y disfruta de la naturaleza. Los árboles y el río harán que olvides tu vida en la ciudad y querrás quedarte ahí para siempre. Dormir mientras escuchas el río y sientes el aire en tu cara. Lo mejor es que hay asadores cerca, porque después del viaje y la aventura es necesario comer. Puedes hacerte una carnita asada como a ti te gusta.
Después puedes visitar el Museo de la Memoria Viva, para que aprendas un poco más de la historia del Pueblo Mágico. Son 5 salas dónde podrás aprender todo de Bustamante, desde sus inicios hasta la actualidad. Cuando ya sepas todo de todo, debes visitar las Grutas de Bustamante. Eso sí, no te aventures tú sólo, mejor busca un guía. Son 250 metros de cavernas con luz artificial, no olvides tu cámara.
Y claro, cuando uno anda puebleando, es de ley visitar una iglesia, ya sabes, para admirar la arquitectura. Antes de regresar a tu rutina visita la Parroquia de San Miguel Arcángel y date una vuelta por el centro.
Verás como este pequeño paseo en el Pueblo Mágico de Bustamante te dará energía para seguir con tu vida.