Una práctica purépecha
A las afueras de la Biblioteca Pública General “Francisco J Mugica”, en la ciudad de Morelia, el equipo de Más México tuvo la oportunidad de apreciar una exhibición de uno de los juegos más antiguos y más representativos de la cultura purépecha.
El “juego de los bastones”, también conocido como “juego de la pelota encendida” es un juego prehispánico y autóctono de Michoacán.
Fue creado con la intención de lograr un equilibrio del cosmos.
Tzihueri Silva Bedolla, jugador de Uarhukua Chanakua nos comentó más acerca de esta práctica.
Cabe resaltar que pueden participar tanto hombres como mujeres sin importar la edad.

Antes de comenzar el juego, se da un toque de caracol por cada punto cardinal.
Esto para pedir permiso a los Dioses principales y poder comenzar el juego
Se enfrentan dos equipos de entre cinco y ocho jugadores.
Todos sostienen entre sus manos un Uarhukua, un bastón de 1.5 metros de longitud extraído de un árbol llamado tejocote.
En una cancha rectangular se traza una línea central y dos más a los extremos para delimitar las metas.
El objetivo, es lograr que la pelota llegue a la línea del equipo contrincante, como una especie de futbol.
Lo interesante del juego es que la pelota que es manejada por los bastones es encendida con fuego.
Sin embargo, existen dos tipos de pelota para cada espacio del día en que se realice el juego.
La primera, una pelota de trapo que se utiliza en los juegos de día representando a la ausencia de la luna.
Y una pelota de madera encendida con gasolina que representaba la ausencia del sol en los juegos nocturnos.
Para iniciar el juego es necesario hacer un saque central entre dos jugadores.
Se da un golpe al piso con el bastón y en seguida, tres golpes más con el bastón del otro jugador.
A lo largo del juego, se hace mención del lenguaje purépecha para referirse a las anotaciones, o al conteo inicial.
Es por eso que, a pesar de que el Uarhukua Chanakua no es considerado como un deporte, integra muchas cosas más que los así catalogados.
No sólo es la actividad física, sino la historia de la cultura y los valores que el mismo juego inculca.