Desde hace unos días, las tortugas loras llegaron a playas tamaulipecas a dejar sus huevos. Durante esta temporada, arriban a playas como el Santuario Playa de Rancho Nuevo, en Aldama, o a Miramar, en Tamaulipas.
Sin duda, se trata de un espectáculo que sólo la naturaleza puede ofrecer.
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Temporada de desove
Cada año, 5 especies llegan a desovar a playas mexicanas, pero, por desgracia, todas están en peligro de extinción. Esto se debe a la basura en los océanos, cambio climático y que caen en redes de pesca por accidente.
Para cuidar que todo marche bien con los huevos, trabajan policía estatal y Centros de Conservación de Tortugas Marinas. Ahí los resguardará personal de la Comisión Nacional de áreas Naturales Protegidas (Conanp) hasta el momento de su liberación.
En la costa tamaulipeca hay seis centros de conservación de la tortuga lora. Ellos se encargan de proteger los nidos y a las tortugas de depredadores. Además, elaboran campañas de concientización ambiental, entre otras acciones de vigilancia. De este modo, buscan crear las mejores condiciones para la liberación de las tortugas y que puedan sobrevivir.
Protección a las tortugas loras
Sobre todo, la tortuga lora corre riesgo porque es la más pequeña de todas y anida solamente de día. Una tortuga lora adulta puede pesar 45 kilos y mide entre 60 y 90 centímetros máximo. Mientras que las crías pesan solamente 14 gramos aproximadamente.
Respecto a su época de reproducción, ésta ocurre de marzo a julio. Cada hembra puede poner entre 70 y 180 huevos por nido, pero en cada temporada puede desovar hasta tres veces.
Sin embargo, la madurez sexual la alcanzan a los 12 años, por lo que su población se ve notablemente reducida. Esta especie es endémica del Golfo de México y sus playas favoritas son las de Tamaulipas porque son muy cálidas.
Por eso es importante, que comunidad, asociaciones y autoridades trabajen en conjunto para garantizar su protección y supervivencia.