Esta semana llegaron 4 tortugas laúd a las playas de Colola y Maruata, en Michoacán. Esta especie es un tesoro para los habitantes. También se le conocen como tortugas gigantes y pueden llegar a medir 2 metros. Es el reptil marino más grande que existe y habitan en el Océano Pacifico mexicano. A diferencia de las otras especies, la tortuga laúd no tiene escamas en el cuerpo y su piel es de una textura más suave.
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Cada año, de octubre a abril, las tortugas laúd anidan en las playas de la costa michoacana. Desovan cinco veces y ponen aproximadamente 62 huevos. Las cifras son buenas, pero no son suficiente. La tortuga laúd se encuentra en peligro de extinción. Aunque en 2004 se esperaba que para 2019 ya no existieran, las cosas podrían ser mejor de lo que se pensaba.
Según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en 1985 existían 75,000 tortugas laúd y desde entonces la cifra ha disminuido. Más si comparamos la cantidad de crías que dejan las especies golfina y negra. El año pasado se liberaron 2, 245 535 crías de tortuga, y sólo 1,920 fueron de tortugas laúd.
No te preocupes, no todo es malo. Justo en 2004 se implementaron medidas para la preservación de la especie. No sólo a nivel nacional, también a nivel latinoamericano. Así es, Perú, Ecuador y Colombia se han unido a la lucha. En la actualidad existen aproximadamente 20 campamentos tortugueros que se dedican a proteger a la especie de cazadores. Todavía tenemos tiempo de salvarla.
Por el momento ya hay cuatro nidos protegidos. Y sólo podemos esperar a que lleguen más tortugas gigantes a Michoacán. Si vives allá y quieres ayudar siempre puedes unirte a las campañas, informarte y por supuesto, proteger el ambiente. Ya sabes, no tirar basura y limpiar las playas para que los océanos no sigan contaminándose. Cualquier pequeña acción cuenta.