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Sopa de piedra, patrimonio cultural

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Ancestral y oaxaqueño

El caldo o sopa de piedra surgió en la región de Chinantla, Oaxaca.

Pero antes de entrar al tema del platillo debemos mencionarte que existe una fábula acerca de esta sopa.

Algunos viajeros llegaron a una aldea llevando nada más que una olla vacía.

Al llegar, los aldeanos se negaban a compartir reservas de comida con los hambrientos viajeros.

Estos, llenaron la olla con agua, tiraron una piedra gigante y limpia dentro.

La pusieron al fuego en la plaza mayor de la aldea.

Algunos de otros habitantes les preguntaron qué era lo que estaban preparando, a lo que contestaron “sopa de piedra” pero que les hacían falta insumos para darle un mejor sabor.

Ellos les prestaron algunos ingredientes a cambio de un poco de sopa, cuando estuviera lista.  

Finalmente, todos disfrutaron de la deliciosa y nutritiva ola de sopa.

La piedra inicial era sólo un pretexto para que los aldeanos cooperarán para finalizar la sopa.

Con el paso de los años los ingredientes de esta preparación fueron variando.

La sopa de piedra consiste en pescado, cebolla, chile, jitomate, cilantro, epazote y agua.

En un recipiente aparte se colocan las piedras a hervir por completo.

Estos ingredientes son depositados en una jícara en donde se dejan caer piedras al rojo vivo, provocando una cocción casi instantánea.

Su preparación es en forma colectiva debido a la leyenda. Y por eso es que suele hacerse por caballeros

Los hombres se dividen la tarea de pescar, seleccionar las piedras, buscar la leña y hacer la fogata.

Esta preparación resulta ser un acto ceremonial.

Y es por tal motivo que a partir de este 23 de abril del 2021 el caldo de piedra ha sido considerado como Patrimonio Cultural Intangible de Oaxaca por el Congreso de dicho estado.

Esto, gracias a su simbolismo como una de las comidas que más hablan sobre la cultura y la sociedad de la región de Papaloapan.

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