Porfirio Díaz dejó una herencia millonaria a los mexicanos

El Fondo Mixto Privado de Patrimonio Autónomo (FMPPA) ha resonado en las noticias de los últimos días. De acuerdo con Mauricio Montijo Lucero, administrador y agente liquidador del FMPPA, Porfirio Díaz dejó una fortuna de 822 billones de pesos para todos los mexicanos.

La historia del supuesto fondo secreto que guarda un tesoro par los mexicanos lleva algunos años tratando de salir a la luz. Sin embargo, en los últimos meses ha tomado fuerza y ha sido retomado por diversos portales, tan solo en YouTube existen diversos videos y entrevistas dedicados al tema.

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Porfirio Díaz creó un capital para el desarrollo del país

De acuerdo con Montijo, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP), han mantenido en secreto el fondo y no han hecho los esfuerzos suficientes para repartir el dinero entre los ciudadanos.

El agente liquidador del FMPPA cuenta que la fortuna surgió a raíz de una inversión de 5 millones en moneda de oro, que el gobierno mexicano hizo durante el mandato de Porfirio Díaz. El objetivo era crear un capital fijo para favorecer el desarrollo del país, y que además, pudieran cobrar los mexicanos 100 años después.

No obstante, con el tiempo los intereses debieron hacer crecer las cifras de manera exorbitante. Por esta razón, Montijo afirma que la cifra oficial del Banco de México ronda los 822 billones de pesos y que, si se repartiera de manera equitativa entre todos los mexicanos, nos tocaría entre 47 mil y 82 mil pesos.

Montijo Lucero asegura que la única traba para que el fondo se libere son los gobiernos en turno. Las administraciones de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador no han movido un dedo para hacer posible el reparto del FMPPA.

Cuento de Hadas

De acuerdo al portal arenapublica.com, hay numerosas inconsistencias en la historia de Montijo. Una de la que más llama la atención es la cifra inicial de monedas de oro.

 Según datos del INEGI, en la época en la que el gobierno de Díaz hizo la inversión (1866), sólo existía un millón de monedas de oro en circulación. Dato que contrasta con los cinco millones que asegura Montijo se invirtieron en monedas de ese material.