La Revolución Mexicana fue uno de los hechos históricos que nos han definido como sociedad y como nación. En ella, no solo se enfrentaron dos bandos, sino una amplia gama de ideologías y sectores de la población con distintos objetivos y demandas, pero que anhelaban un fin común: el cambio radical. Te invitamos a conocer los 5 momentos clave que desencadenarían la Revolución Mexicana.
La prensa clandestina: “El hijo del Ahuizote”
Desde mediados del siglo XIX, la prensa mexicana estuvo bajo control del Estado, con una limitadísima libertad de expresión que no permitía ninguna clase de crítica al régimen porfirista. Pero en 1885, un intrépido periodista llamado Daniel Cabrera sacó a la luz “El hijo del Ahuizote”, un arriesgado semanario que, satirizando la hasta entonces intocable esfera de la política y la alta sociedad, desató toda la furia del presidente Díaz, para finalmente sucumbir al pesado látigo de la censura. Sin embargo, su sacrificio demostró que en México SÍ se podía levantar la voz.
Cananea y Río Blanco
El 1 de junio de 1906, la mina de Cananea, Sonora, vio el inicio del primer gran movimiento social del siglo XX en México: la huelga de los mineros que exigían mejores condiciones laborales y salariales, y que se prolongó por cinco días de intensos enfrentamientos entre estos y la policía. Poco después, el 7 de enero de 1907, una huelga más grande en número estalló en la fábrica de textiles de Río Blanco en Veracruz, con un objetivo similar a los de los mineros de Cananea. A pesar de que ambas sufrieron una fuerte represión del gobierno, las exigencias y preocupaciones de los obreros serían trasladadas a la Revolución que se daría lugar pocos años después
Las “mentiras piadosas” de Porfirio Díaz
En 1908, el periodista James Creelman entrevistó al presidente Díaz. Éste, hizo varias declaraciones polémicas, pero también malinterpretadas. En la entrevista, Porfirio Díaz admitió abiertamente que su gobierno ya había durado demasiado –tres décadas-, que estaba dispuesto a tolerar la existencia de partidos políticos de oposición así como de, inclusive, entablar un futuro proceso democrático en el que se eligiera un nuevo gobernante. Efectivamente, se abrieron los comicios electorales en 1910. Sin embargo, tales afirmaciones tenían un carácter ambiguo: ocultaban la firme intención de mantener su régimen.
El arresto de Madero y el fraude electoral
Francisco I. Madero no notó esa ambigüedad, y continuó su campaña anti reeleccionista (que había comenzado un año antes) a la cual se había sumado un número considerable de simpatizantes. Sin embargo, el 6 de junio de 1910, Madero sería arrestado en Monterrey y enviado a la Penitenciaría de San Luis Potosí por órdenes del presidente Díaz. Naturalmente, con Madero en prisión y sus seguidores temerosos de correr la misma suerte, Porfirio Díaz arrasó en las elecciones. Ya libre, Madero huyó a los Estados Unidos, donde formuló su famoso “Plan de San Luis”, por medio del cual convocaba a un levantamiento armado el domingo 20 de noviembre de aquel año.
La Revolución de los hermanos Serdán
El 18 de noviembre de 1910, en Puebla, los hermanos Máximo, Carmen y Aquiles Serdán, tuvieron que precipitar el inicio de la Revolución cuando un centenar de fuerzas federales intentaron ingresar a la casa donde mantenían oculto el armamento con el que se lanzarían a la aventura revolucionaria. Fue precisamente la sospecha que el gobierno tenía de los Serdán, quienes antes ya se habían metido en problemas por su participación activa en la propaganda anti reeleccionista, el motivo por el cual se registraría el domicilio de los tres hermanos, quienes ofrecieron una ejemplar resistencia, originando el primer enfrentamiento armado entre maderistas y porfiristas.