Llegó el momento en el que la ciudadanía tenga la oportunidad de elegir el rumbo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Fue una de las principales medidas que anunció el presidente electo a lo largo de su campaña. Se acordó que lo mejor es hacer uso de la democracia participativa por medio de una consulta. Así se garantiza que todos podamos tomar una decisión que será respetada.
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Dicha consulta se llevará a cabo a partir de día de hoy y hasta el 28 de octubre y la pregunta en la boleta será la siguiente:
Dada la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ¿cuál opción piensa usted que sea mejor para el país?
Las opciones son:
A) Reacondicionar el actual aeropuerto y el de Toluca, y construir dos pistas en la Base Aérea Militar en Santa Lucía
B) Continuar con la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco y dejar de usar el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Las boletas se podrán encontrar en 1,073 mesas de votación, las cuales se distribuirán en 538 municipios de todo el país. Para poder participar en la encuesta, solo se solicitará la credencial de elector vigente.
Como ya se había anunciado, la consulta será vinculante. Con esto se da certeza a la ciudadanía de que la decisión que se tome después de la votación, será tomada en cuenta.
A raíz de esta coyuntura, las voces de los expertos han ido en aumento. Los argumentos a favor y en contra han colmado la opinión pública. Sin embargo, aún dejan con muchas dudas a los posibles asistentes a las mesas de votación.
Por ejemplo, ¿Es cierto que cancelar del nuevo aeropuerto traerá consigo un desequilibrio económico en México? ¿Cuál es el costo real de la cancelación del aeropuerto? ¿Cuánto costaría reacondicionar los aeropuertos existentes? ¿Qué tan viable es tener pistas comerciales en bases militares?
Además de esas preguntas sobre el aeropuerto, quedan muchas sobre la consulta: ¿Por qué la consulta dura cuatro días? ¿Qué institución se va a encargar de salvaguardar los votos emitidos durante ese periodo? y, por último, ¿por qué hacer la consulta ahora?
El presidente electo aún no toma posesión del cargo. Quizá hubiera sido más prudente esperar y hacer la consulta de una mejor manera, con más garantías, mostrando los pros y contras de ambos proyectos y, sobre todo, con un debate más amplio y enriquecedor. Con eso, podríamos tomar una mejor decisión sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.