Más México

Mas México

Pinos, de tradición minera ideal para el descanso

Spread the love

El Pueblo Mágico de Pinos está a 125 kilómetros al sureste de la capital de Zacatecas, casi llegando a los límites con San Luis Potosí. El nombre del pueblo tiene que ver con los frondosos bosques de pinos que cubrían la región a finales del siglo XVI.

Este poblado, como muchos en Zacatecas, tiene un pasado ligado a la tradición minera. Fue parte del célebre Camino Real de Tierra Adentro, ruta comercial reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 2010.

Pinos
MÉXICO DESCONOCIDO

El pueblo se fundó en 1594 con el nombre de Real de Nuestra Señora de Sierra de Pinos. Y se convirtió en un bastión minero cuando el capitán Miguel Caldera se dispuso a explorar sus suelos. Entre las construcciones aún sobresalen una docena de chacuacos (chimeneas) que recuerdan la bonanza minera del pasado. ​

Pinos es un excelente destino para disfrutar de un fin de semana alejado de las complicaciones y para descansar. El folclor artesanal y gastronómico, te darán una sensación de calma que disfrutarás a cada paso mientras deambulas por sus calles y plazas.

¿Te lo perdiste? “Izamal, ciudad amarilla entre colinas y tres culturas”

¿Qué hacer en Pinos?

Además de recorrer sus plazas y jardines, puedes admirar sus notables edificios coloniales. Como la parroquia de San Matías, la iglesia de San Francisco. No dejes de visitar el templo de Tlaxcalilla, que cuenta con una estupenda capilla con un retablo churrigueresco.

En Pinos será muy fácil que encuentres talleres artesanales donde se elaboran magníficos textiles y típicos jarritos de barro. También existen numerosas haciendas productoras de mezcal en los alrededores. Como Saldaña, La Trinidad, La Pendencia, El Chino y Espíritu Santo.

Pinos
PINTEREST

Además de arte sacro y arquitectura colonia, Pinos cuenta con singulares tradiciones, como la feria regional de San Matías y la Fiesta de los Faroles, celebrada cada 8 de diciembre.

¿Qué comer?

Prueba el conejo con mole de pinole, las gordas de horno y los patoles blancos. Eso sí, acompáñalos de un buen pulque o un mezcal de la región.

FOTO PRINCIPAL: SANACONVI