Palomitas, ¿sabías que son mexicanas y están en peligro?

¿Qué es lo que nunca te puede faltar cuando vas al cine? No, no es una hamburguesa, ni unos nachos con guacamole (aunque también, se vale) ¡Así es!, unas ricas y deliciosas palomitas, ya sea acarameladas, naturales, enchiladas o de mantequilla.

Te diré un secreto acerca de esa pequeña, adorable y sabrosa semilla saltarina que muchos saben y otros no se imaginan.¡Las palomitas son mexicanas! Éstas, representan una de las aportaciones gastronómicas más populares de nuestro país al mundo entero. Hoy en día puedes encontrar palomitas en cualquier lado. Ya sea en cines, en el metro, en la tiendita de la esquina. Pues es una de las botanas favoritas de millones de personas.

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¡Tortilla de Maíz Mexicana!

Lamentablemente tengo algo que contarte, el maíz palomero de México está en peligro de extinción. Esto es más grave de lo que te imaginas, ya que las palomeras mexicanas son las razas madres de los demás maíces. A pesar de su importancia histórica y botánica, éstos se encuentran en peligro de desaparecer en México.

El 99% de las palomitas que se consumen hoy en nuestro país son fabricadas con maíz de origen estadounidense. Y es muy difícil encontrar campesinos que continúen sembrando maíz palomero mexicano. Pero, afortunadamente para nosotros, los amantes de las palomitas, existe una organización llamada ‘Tortilla de Maíz Mexicana’. Esta fundación se ha dado a la tarea de difundir y poner manos a la obra para poder resolver esta triste situación.

Estos visionarios jóvenes han viajado a lo largo y ancho de la República Mexicana, con el único objetivo de encontrar a los últimos productores de estas semillas ancestrales, esto los llevó a encontrar 17 campesinos. En su mayoría provenientes de población indígena, que aún realizan y conservan técnicas de reventado prehispánicas.

Consume Local, consume palomitas mexicanas

Ya lo sabes, hoy es el maíz palomero, y mañana podría ser cualquier otra semilla mexicana, así que, como mexicanos, tenemos el compromiso de conservar nuestras raíces y cosechas milenarias, y apoyar el consumo local.