Una historia de éxito no planeado.
Paleterías “La Michoacana” es una empresa mexicana dedicada a la venta de postres fríos.
Entre ellos, helados, nieves, paletas de hielo, malteadas, chamoyadas, y postres como banana ice, etc.
La historia de esta paletería es una historia de éxito no planeado que al final, resultó ser una de las marcas de helados más populares en México.
Los orígenes de esta empresa se remontan hasta los años 40, en el municipio de Tocumbo, Michoacán, México.
Una comunidad agrícola y ganadera que se benefició del primer reparto agrario en el año 1938.
Gracias a su manejo de productos lácteos y agrícolas, los habitantes elaboraron helados y paletas con sus propias recetas a base de frutas naturales.
Rafael Malfavón Villanueva, el pionero en el negocio de paletas, abrió su propio local en 1942.
Gracias a la nueva apertura, tuvo la oportunidad de dar empleo a otros habitantes de Tocumbo.
Años después, Ignacio Alcázar, uno de los trabajadores, “extrajo” dinero de la paletería y huyó a la Ciudad de México.
Ya ubicado en la ciudad, abrió un pequeño expendio de paletas y aguas frescas, ubicado en Penitenciaría de Lecumberri.
Al juntar el dinero suficiente, Ignacio regresó a Tocumbo y pagó su deuda.
Fue como los habitantes de la comunidad se dieron cuenta que el negocio de las paletas era redituable y comenzaron a abrir locales con distintos nombres: La flor de Tocumbo, Janitzio, Las flores de Michoacán o La Michoacana.
Fue así como poco a poco paleterías “La Michoacana” fue escalando.
Sin embargo, no se trata de una corporación, ni de una marca, ni de una Francia, sino de un confeti de neverías independientes de propiedad familiar.
Se calcula que existen entre 8,000 y 15,000 paleterías de origen michoacano.