En la primaria nos hicieron aprendernos los nombres de los Niños Héroes, los recitábamos una y otra vez. Esperando que no se nos olvidará ninguno al momento del examen. Francisco Márquez, Vicente Suárez, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Juan de la Barrera y Juan Escutia. Ahora, sólo podemos recordar tres, si acaso. Crecimos escuchando sobre sus actos heroicos, su valentía y amor por la patria, y ahora son un símbolo nacional.
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Niños Héroes, México vs Estados Unidos
El 13 de septiembre de 1847, las tropas estadounidenses llegaron al castillo de Chapultepec, en eso momentos, era el colegio militar. Había aproximadamente 50 alumnos en la academia. Les dieron la opción de huir, eligieron no hacerlo. Se quedaron y defendieron al país. No fue suficiente. Juan Escutia al ver que los derrotaban, tomó la bandera. No quería que los enemigos la maltrataran. Se enredó en ella y se lanzó. México perdió una batalla, pero ganó seis héroes.
Digo, al menos eso dicen que pasó. ¿Cómo estar seguros? Hay diferentes teorías sobre estos héroes. Teorías en las que cuestionan su existencia, e incluso su estado de sobriedad. Una cosa es segura, sólo uno de ellos podrías ser considerado como un niño. Según sus fechas de nacimiento sólo Francisco Márquez tenía 12 años, le faltaban menos de un mes para los 13. Los demás tenían entre 18 y 20 años.
Si existieron o no, no es lo importante. Es lo que representan. Un mexicano dispuesto a morir por su patria. Luchando por lo que cree, aunque las probabilidades de ganar sean pocas. Un mexicano que no se rinde. En aquel momento, ese mexicano se vuelve un héroe. Por eso este 13 de septiembre no sólo conmemoremos a los seis niños héroes. Sino a todos los que lucharon hace 171 años. Adultos, adolescentes y niños. Porque dieron su vida y lucharon sin rendirse.
Recuerda los héroes no sólo existen en el pasado. Así sólo recojas la basura que no es tuya o le des el asiento a una persona mayor. Camines en una marcha o ayudes a una persona. Eso poco a poco te convierte en un héroe o heroína.