Aquí toda la historia.
Sabemos que una de las cosas que más caracteriza a México es su gastronomía tan variada.
Y es que es casi imposible que podamos elegir entre los platillos típicos de nuestro país.
Tal es el caso del mole, del que se conocen diferentes tipos.
El más común es el mole poblano, pero también conocemos el mole verde, que se realiza a base de pepitas de calabaza, y el mole oaxaqueño o mejor conocido como mole negro.
Pero estamos casi seguros que no conocías el mole blanco.
También es originario de Puebla y también es conocido como “moles de novia”.
Y es que, en este estado, es muy común ver este platillo engalanando las bodas.
Su compleja elaboración es muy similar a la de otros moles, sólo que este se hace con semillas y frutas, por eso el característico color blanco.
Entre los ingredientes principales del “mole blanco” no pueden faltar los piñones blancos, las almendras sin piel, la pasitas güeras y el cacahuate.
Como todos los moles del país, cada versión es diferente, sin embargo, existen ingredientes que no se pueden sustituir.
Este es un platillo que generalmente se sirve con pavo y se acompaña con una guarnición de arroz y un poco de ajonjolí.
El mole blanco es un platillo que se prepara solo en ocasiones especiales debido a su alto costo.
Muchos de os ingredientes que incluye, tienen un precio elevado, por ejemplo, el piñón blanco que solo se cosecha entre agosto y noviembre.
Este, llega a costar hasta 600 pesos el kilo.
Su sabor es único y seguramente te encantará.
¿Te gustaría que te enseñaremos la receta de este platillo típico?