Miacatlán es un lugar lleno de historia, folclore y aventuras ubicado en Morelos. Limita al norte con el Estado de México y el municipio de Temixco.
Su nombre viene de la palabra náhuatl Mitl, que quiere decir flecha; Acatl: vara o caña y Tlan: lugar; que significa Lugar donde abundan las varas para flechas. Es conocido por ser un lugar sumamente montañoso, húmedo y con una gran variedad de especies.
Sin embargo, antes de que llegará a ser el pueblito que es hoy, en la época prehispánica perteneció al centro político y religioso de Xochicalco. Más tarde y debido a las guerras entre las diferentes culturas, paso a manos del señorío de Cuauhnáhuac. Pero este al ser conquistado por los Aztecas, Miacatlán paso a ser tributario de Tenochtitlán.
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Un lugar en pie de lucha
En realidad, Miacatlán siempre fue un territorio sin libertad que construyó su historia a través de otros poderes. El caso de la conquista no fue diferente, pues durante la época colonial formó parte del Marquesado del Valle de Oaxaca y más tarde en el año 1923 se integró al municipio de Mazatepec.
No fue hasta 1869, que Miacatlán adquirió la categoría de municipio, convirtiéndose en un punto turístico importante con una gran oferta de actividades y lugares para recorrer. Algunos de sus atractivos son la zona arqueológica de Coatetelco, así como las Parroquias de Santo Tomás y Capilla del Alma de la Virgen en Miacatlán.
Por otro lado, sus templos, como la Parroquia de San Juan Bautista en Coatetelco, Parroquia de la Purísima Concepción en Palpany la Exhacienda de San Salvador son un reflejo importante del patrimonio cultural e histórico que este sitio resguarda.
Sin duda, todos esos lugares son un obligado en tu próxima visita, además de los platillos más representativos como son las barbacoas de cabrito, de becerro y las cochinitas a base de carne de cerdo.
Fotos: Especial