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Máquina manual de tortillas, la milenaria herramienta mexicana

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Las tortillas son parte esencial de la gastronomía mexicana. Y no es nada exagerado decir que son el alimento sagrado, natural e histórico que nos mantiene bien alimentados día con día.

Su historia es milenaria, pues desde épocas inmemorables el maíz se consumía en tacos, tlayudas o quesadillas.

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Las tortillas de maíz siempre fueron hechas a mano. Sin embargo, en otras partes de Centroamérica ya se empleaban artefactos milenarios para su elaboración, como los metates.

Tradición hecha sabor

tortillas
Foto: Diana Féito

¿Pero te has preguntado como llegó a obtener esa perfecta forma circular?

Actualmente sólo basta con ir a la tortillería más cercana de nuestro hogar y estirar la mano para obtener los kilos que necesitamos para nuestras comidas.

Pero en la época prehispánica las mujeres que se dedicaban a hacer tortillas no contaban con las facilidades que ahora tenemos.

La típica rutina de su elaboración tardaba de 5 a 6 horas. Pues primero se tenía que moler el maíz en el metate para obtener la mezcla. Posteriormente, antes de cada comida se tenían que volver a formar para que las láminas quedaran delgadas y su cocimiento fuera lo más rápido.

Finalmente pasaban al comal para servirse en la mesa y si se inflaba, era porque se había formado la tortilla perfecta.

El origen de la maquina manual tortillera

Con el tiempo, se fueron ideando herramientas que agilizaron el proceso de producción. Una de las más importantes, que permanece hasta el día de hoy, fue la maquina manual tortillera.

Seguro la conoces, es redonda, de metal y aplana con fuerza cualquier bola de masa.

Todo comenzó hacia finales del siglo XIX, cuando se empezaron a fabricar las primeras herramientas para la producción de tortillas llamados prensas tortilleras.

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Foto: Pinterest

Eran artefactos pensados para aplanar y otorgarle esa forma perfecta a las tortillas sin el mayor esfuerzo. La mayoría de los artefactos contaba con dos planchas unidas por una bisagra y una palanca. Los materiales podían variar, pero las más eficientes eran de madera o metal.

Para usarla debidamente se tenía que poner una bolita de masa de maíz bien integrada en el centro de la plancha. Acto siguiente, era aplastada por la otra plancha por medio de la presión y fuerza ejercida sobre la palanca.

Así pues, el resultado era un disco uniforme que al cocerse se volvía una suculenta tortilla.

Y todo se lo debemos a…

A lo largo del tiempo este aparato fue teniendo varias transformaciones. El que conocemos actualmente fue inventado por Ramón Benítez. Quién decidió juntar dos placas cuadradas que, con ayuda de una palanca, aplastaba la masa para adelgazarla y darle una forma redonda en menos de un minuto.

El invento rápidamente se extendió. Como dato curioso, para evitar que la maza se pegará en las placas, algunos decidieron usar hojas de plátano.

Ahora ya lo sabes, cuando estés frente a una tortillería manual no sólo pensarás en el relleno de tu taco. También en los esfuerzos históricos que la hicieron posible.