Más México

Mas México

Macario: Pelicula mexicana de culto y referente del Día de muertos

Spread the love

Así como Inglaterra tiene su Cuento de Navidad gracias a Charles Dickens, nosotros tenemos a Macario gracias al alemán Bruno Traven. Ambas son historias sobre la moral y el destino llenas de simbolismo. Y cómo de historias clásicas se trata, ambas tienen sus adaptaciones en el cine.

Roberto Gavaldón fue el responsable de hacer la adaptación cinematográfica de Macario. Él, junto con Ignacio López Tarso, Pina Pellicer y Enrique Lucero les dieron vida a los personajes de la novela. La película de 1960 se volvió un clásico de Día de Muertos.

Macario 1
Foto: amistadyarte.com

Chécate esto: ‘¡Cosa chula! Checa cómo quedó un panteón con murales de la película Coco’

¿Apoco creías que sólo Coco y El libro de la vida se habían inspirado en nuestra bonita tradición? Pues no, Gavaldón lo hizo antes que todos y bastante bien, debemos agregar. Fue nominada a los Premios Oscar como mejor película extranjera. En el Festival de Cannes ganó por mejor fotografía para Gabriel Figueroa. Con dicho antecedente, es un hecho que debes agregar Macario a tu lista de películas por ver.

La obra está llena de muerte, pero no necesariamente es una película de terror. Y a pesar de tener situaciones sobrenaturales es bastante real. Empieza con el Día de muertos, desde el primer minuto podemos ver ofrendas y calaveritas. Los diálogos también son un guiño hacia la muerte.

macario 2
Foto: alef.mx

Se puede aprender mucho sobre nuestra tradición con sólo ver esta película. Por ejemplo, en Coco dicen que si no pones la foto de tu difunto, no puede venir a visitarte. Sin embargo, el verdadero portal, por así decirlo, son la veladoras. Si no me crees pregúntale a cualquier persona de Mixquic. Por eso al principio de la película la esposa de Macario prende una veladora para sus familiares.

Al final la lección es simple, nadie puede engañar a la muerte. Todos nacemos con un solo propósito: morir. Y aunque suene terrible, la muerte no siempre es algo malo. Los mexicanos la tenemos muy presente, aunque no podamos verla como Macario, sabemos que está ahí. Por eso celebramos a nuestros muertos, recordamos los días que estuvieron con nosotros y les damos de comer, como si siguieran con nosotros.

Cada uno de nosotros somos una vela, con un fuego que de un momento a otro la muerte se encargará de apagar.