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La leyenda de la Laguna La María

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La laguna La María en Colima cuenta con su propia leyenda aterradora, que explica la razón de su nombre.

Las leyendas mexicanas son, desde hace muchos años, uno de las más importantes formas de expresión. Existen alrededor de casi cualquier tema, aunque algunas de las más famosas son de terror. Un buen ejemplo es la de La Laguna La María, en Colima.

Esta leyenda inicia junto a dos enamorados recién casados: María y Juan. Aún sin hijos, la pareja se fue a vivir a una casita cerca de la laguna.

Como era de esperarse, pronto los vecinos quisieron entablar amistad con ellos. Un buen día, los habitantes de un rancho cercano los invitaron a un baile que estaban organizando. Tras hablarlo, decidieron que Juan solamente iría a disculparlos y a agradecer la invitación, mientras que María no asistiría.

El problema era que ella era sumamente celosa. Tanto, que en el corto período en el que su marido se ausentó, perdió la razón. Alterada, invocó al mismísimo diablo y le ofreció su alma a cambio de que su esposo volviera pronto.

Lo que no esperaba era que le respondiera. Veloz, lo primero que hizo el diablo fue tomarla en brazos y sacarla de la casita. Ella gritaba implorando ayuda, pero sus vecinos estaban demasiado lejos. Para cuando llegaron, María ya no se hallaba en la casa.

Tal como acordaba el trato, Juan volvió rápidamente. Al no hallar a María pidió ayuda a los vecinos.

Pronto la encontraron, semi sepultada a unos metros de la vivienda. Una especie de lápida marcaba el sitio exacto, y restos de cera decoraban el borde superior.

María había cumplido su cometido: Juan había vuelto. Sin embargo, ella ya no podía estar con él. Por eso, su fantasma no dejaba de merodear por la zona. Se aparecía tanto, que un sacerdote decidió visitar su tumba para bendecirla. Sin embargo, al llegar descubrieron que la habían sacado de allí para arrojarla al fondo de la laguna. Desde entonces, el nombre de María sigue relacionado al de este sitio.

Foto de portada ilustrativa: Freepik