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La historia del barrio chino en la CDMX ¿cómo surgió?

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Uno de los lugares más icónicos de la CDMX es sin duda alguna el Barrio Chino en las calles del centro de la metrópoli, específicamente en la calle de Dolores. Aunque es más pequeño a comparación de los Barrios de otros países, tiene una historia interesante que se remonta al siglo XX. Acá te la contamos:

El origen de los chinos en México

A finales del siglo XIX, el rápido desarrollo que presentaba Estados Unidos, principalmente en la construcción de ciudades e infraestructura de comunicación, atrajo una importante oleada migrante proveniente de China y eran una mano de obra barata en Estados Unidos que era aprovechada en industrias como la minería o en la construcción del ferrocarril.

La entrada de los chinos al país fue tal, que el gobierno de Estados Unidos creó la Ley de Exclusión China, la cual prohibió la entrada de migrantes chinos a ese país entre 1885 y 1943. Por esta razón, en zonas del norte de México, como Mexicali, es común ver tradicionales restaurantes de comida china, y esto se debe a que ahí se quedaron muchos de los migrantes chinos que ya no pudieron entrar a Estados Unidos entre finales del siglo XIX y principios del XX, además de los miles que siguieron llegando en ese periodo.

Los lugares en donde se asentó la mayor comunidad china en el país durante esos años fueron Baja California, Coahuila, Chihuahua, Sonora, Durango y Sinaloa, pero después de la Revolución, en la década de los años 20 y 30, empezaron a llegar a la Ciudad de México.

La llegada a la CDMX

Los chinos que llegaron a la creciente Ciudad de México entre los años 30 y 40, se acoplaron a la nueva sociedad que empezaba a crecer en ella, conformada principalmente por gente que provenía del campo y empezaron a abrir prósperos negocios como lavanderías, cafeterías y panaderías.

Estos negocios se encontraban en diversas zonas, especialmente en las calles del Centro, pero fueron expandiéndose conforme crecía la ciudad, por lo que pronto podían verse por igual en colonias como la Del Valle, Juárez, Roma o Polanco.

En general, en la capital fueron bien recibidos; especialmente después de que, en 1946, se abriera el restaurante Shangahi, en la calle de Dolores, a unos pasos de la Alameda Central. Ese fue el primer restaurante chino localizado en esa calle y uno de los primeros en toda la ciudad (los anteriores eran cafés), el cual hizo que junto a él se abrieran otros restaurantes más y algunos otros negocios, como tiendas de productos orientales.

Así, ingredientes que no se podían conseguir en México fueron sustituidos por otros nacionales, como la jícama, y poco a poco se empezaron a introducir otros que no solían producirse en el país, como el pato.

Ya para la década de los 70, el Barrio Chino estaba consolidado, y tenía su extensión actual, entre las calles de Independencia y Artículo 123, lo que lo convierte en el más pequeño del mundo, comparado con otros similares, como los de Nueva York o San Francisco.