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La Casa de Toño, una tradición gastronómica en la CDMX

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Recuerdo que una vez unos amigos y yo nos estábamos poniendo de acuerdo para ir a comer a la casa de Toño, cuando uno de los presentes nos dijo: “Sí, vamos a comer a la casa de Toño, pero ¿quién es Toño?”, ya que desconocía la existencia de este lugar y justo esa es la pregunta que hoy responderemos. Muchos han escuchado de uno de los restaurantes de comida mexicana más famoso en la CDMX, la Casa de Toño, pero pocos conocen cómo inició este lugar y se fue extendiendo por diferentes calles de la ciudad.

La Casa de Toño

1 de marzo de 1983

Efectivamente, todo inició en la casa de Toño, quien a sus 18 años inició su negocio en la cochera de la casa en Clavería el 1 de marzo de 1983 con un anafre, un comal y algunos guisos mexicanos preparados por su mamá, su abuela y Aurora, una persona cercana a la familia, para vender solamente quesadillas. El éxito y el sabor de su comida se fue extendiendo por los vecinos de la colonia, por lo que siguió su negocio en un local y decidió dejar la carrera de derecho para fundar la Casa de Toño como una marca, nombre sugerido por sus vecinos.

La Casa de Toño

Gastronomía mexicana

Este lugar es conocido por mexicanos y turistas extranjeros debido a la gastronomía mexicana ya que no solamente siguió vendiendo quesadillas de diferentes guisos, sino que se sumaron platillos como su famoso pozole, sopes, tacos y tostadas. Su sabor es tan único que, en sus 38 sucursales, sin importar la hora del día, la fila de los comensales siempre llena las banquetas o los pasillos de los centros comerciales esperando a pasar para degustar de una gran comida.

La Casa de Toño

El curso intensivo

Formar parte del equipo de la Casa de Toño también implica estar preparado ya que debido a la cantidad de gente que llega todos los días y la velocidad con la que deben de servir los platillos, se realiza una capacitación a los meseros para moverse con agilidad entre tantas mesas, sillas y las 2 mil 500 personas que entran y salen del lugar cada día.

La Casa de Toño

No olvides probar el flan de la abuela para cerrar con broche de oro tu estancia y regresar pronto.