Historia de éxito.
Jabón Roma, es un detergente originario del estado de México.
Este detergente es uno de los productos estrella de la fábrica La Corona, empresa enteramente mexicana que se fundó en 1920.
A lo largo de su historia, esta fábrica ha desarrollado diferentes marcas a lo largo de su historia.
El giro de esta empresa e industrial y fabrican detergentes en polvo, líquidos, jabones de lavandería y de tocador, aceites vegetales comestibles, crema dental, limpiadores multiusos, suavizantes de telas y varios subproductos.
Entre ellos se encuentra: Zote, Foca, Rosa, Venus, Blanca Nieves y el aceite 1-2-3.
Para finales del siglo XX, esta empresa comenzó a implementar procedimientos amigables con el medio ambiente.
Se incluyeron productos materiales biodegradables que evitaran la contaminación del agua y la piel, así como las plantas de tratamiento de aguas.
El jabón Roma fue lanzado al mercado hacia finales de la década 1960.
El diseño del empaque de este producto se ha convertido en un verdadero clásico del packaging y fácilmente reconocible.
Hablamos de una conjugación de calidad, bajo precio y exitoso diseño sin mayores acciones de marketing.
Es por eso, que la fábrica no emplea publicidad, pues su perfecto diseño hace todo el trabajo solo.
Por su parte, el nombre se debe a que, en Roma, Italia, se descubrió de forma accidental el jabón.
Esto, cuando las mujeres lavaban su ropa en las aguas del río Tíber, al pie del monte Sapo.
En la cima del monte, había un lugar ritual donde se realizaban sacrificios animales.
La grasa animal se mezclaba con las cenizas y el suelo arcilloso y bajaba todo junto mezclado en el agua del cauce del río Tíber.
Esta misteriosa sustancia hacía que la ropa se limpiara con más facilidad.
El hecho de que en la actualidad su método de producción y materiales sean libres de este maltrato animal y biodegradable, trae muchos beneficios.
Entre ellos, no generar espumas, las cuales dificultan la dilución de oxígeno en el agua.
También, evita la toxicidad en la agricultura al utilizar aguas con restos de detergentes.
Y, por las mismas razones, no contamina la vida acuática.