Más México

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Insectos comestibles.

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Un manjar prehispánico.

El consumo de insectos ha estado presente en el menú mexicano desde la épica prehispánica.

Los insectos representan un encuentro con la época prehispánica en donde tomaban de la naturaleza los mejores ingredientes para preparar platillos.

En la actualidad, México cuenta con 549 especies comestibles y es uno de los países más ricos en insectos.

Dentro de la República Mexicana, los estados del sur, centro y sureste son principales productores y consumidores de insectos.

Estos son una fuente alimenticia nutritiva y saludable.

Poseen un alto contenido de grasas, proteínas, vitaminas, fibras y minerales.

Es común escuchar que los insectos resultan ser mejor que la carne de res, puerco y polo.

Su consumo, lejos de ser considerado como un alimento de último recurso, se da por gusto, tradición, por su abundancia en nutrientes y porque la gente los califica como limpios y sabrosos.

Por otro lado, la mayoría de las culturas prehispánicas como la zapoteca, mixteca y maya, los utilizaban para aliviar enfermedades digestivas, nerviosas, circulatorias y óseas.

Estos son los insectos más consumidos en nuestro país:
Chapulines

Son perfectos como botana, se acompañan con chile piquín o en platillo gourmets.

Escamoles

Su sabor es fino y ligeramente dulce. Se utilizan como guarnición y como plato fuerte.

Se les llaman el caviar mexicano.

Chinicuil

Gusano de chile, parecido al gusano de maguey.  Se preparan en salsas o frijoles blancos.

Jumiles

Se prepara en platillos tradicionales en Guerrero y Morelos. En Taxco se celebra el día del Jumil

Alacranes

Provenientes de Durango y Sonora. Son preparados fritos, capeados, incluso en pizza.

Chicatanas

Las “hormigas bolsonas” se tuestan y se molcajetean con ajo, sal y chile para obtener una salsa untable

Como sucede con otro tipo de alimentos, la inclusión de nuevos alimentos en la dieta, no supone que otros vayan a ser sustituidos o desplazados por éstos.

Tal vez la idea podría ser poco apetecible pero no puedes dejar de probar por lo menos una vez.