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Ignacio Anaya, el inventor de los nachos, la botana de la frontera

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Ignacio Anaya un mexicano que, aunque es poco conocido, inventó un platillo que ha cobrado gran popularidad en muchos países, sobre todo en Estados Unidos, sí, estamos hablando de los nachos.

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El primer Nacho

No se conoce mucho sobre la vida de Ignacio Anaya, tampoco fue un hombre rico, ni buscó patentar su platillo. Y, de hecho, su creación fue el resultado de una improvisación.

Nació el 15 de agosto de 1895, en la localidad de Acuña, en Coahuila. Se sabe que se casó con María Antonieta Salas y tuvo nueve hijos. Vivió en Piedras Negras, donde comenzó la historia de tan rica botana. Aunque hay varias versiones, una de ellas cuenta lo siguiente:

Era el año de 1943, época en la que se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial. Estaba en el Club Victoria de Piedras Negras, de donde era el jefe de camareros. De pronto, llegó un grupo de mujeres, esposas de militares norteamericanos.

Como era muy temprano (algunos creen que muy noche) no había nada listo en la cocina y, posiblemente, tampoco estaba el personal. Así que Ignacio tuvo que ingeniárselas para ofrecerles algo de comer. Entonces, colocó unas tortillas fritas cortadas en forma de triángulo, mejor conocidos como los famosos totopos, y les esparció queso Wisconsin rallado. Los metió al horno y agregó unas rajas de chiles jalapeños. ¡A las mujeres les encantó!

Nace la leyenda

El nacimiento del nombre del platillo también tiene varias versiones. Una de ellas relata que una de las mujeres le preguntó cómo se llamaba aquella delicia. Sin embargo, él reconoció humildemente que no sabía. Así que la mujer le preguntó su nombre y él respondió “Nacho”, entonces la mujer lo bautizó como “Nacho’s Especial”. Aunque la otra versión dice que fue él quien llamó al apetitoso refrigerio de esa manera.

contrapunto

Después, las mujeres repitieron el platillo en sus hogares y poco a poco se difundió la receta de los Nachos. Actualmente, muchos le agregan su toque especial, pero sin duda, a todos nos encanta como botana. Además, es imprescindible en los estadios de futbol, en los cines, y en muchos lugares Estados Unidos y otros países.

La botana de la frontera

Por último, se supo que, en 1960, Ignacio abrió su restaurante “El Nacho” y falleció a los 80 años. Para él nunca fue importante el reconocimiento hacia su platillo, sólo lo hacía porque a sus comensales les gustaba.

Tal fue la popularidad de su creación, que hasta un grupo de empresarios decidió constituir un Día Internacional del Nacho.

FOTO PRINCIPAL: REVISTA VÍA MÉXICO