Nuestros mares no sólo resguardan increíbles especies marinas en la inmensidad de sus profundidades, sino también artefactos históricos que arrojan evidencia del pasado. Por ejemplo, un submarino de la Primera Guerra Mundial.
Tal es el caso de la Playa Occidental de la Isla Santa Margarita en Baja California Sur, en donde arqueólogos subacuáticos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Encontraron por primera vez en costas mexicanas, el único submarino de la Primera Guerra Mundial, hallado hasta el momento en aguas nacionales.
¿Te lo perdiste? “Dioses mayas, conoce a los cinco más poderosos y temidos”
Seawolf, un modelo norteamericano utilizado a principios del siglo XX
El descubrimiento ocurrió a 15 metros de profundidad y se trata de USSH-1 (SS-28) construido en el año de 1909 por Union Iron Works. Según los datos recabados, su creación se dio un taller dedicado a estos submarinos en California, Estados Unidos. Además, el submarino tenía un nombre especial: Seawolf, sólo que en 1911 por disposición oficial paso a ser H-1.
El arqueólogo, Roberto Junco, titular de la SAS expresó: “La estructura se colapsa y se observa el área de controles, y más adelante la de torpedos; la parte de la torreta también está colapsada. El estado del casco es malo y donde éste se ha perdido hay múltiples agujeros que dejan ver el esqueleto del submarino. La sección de popa está llena de arena”.
Sin embargo, para los norteamericanos, este modelo era la estrella de la marina, pues su modo de patrullaje era único. Por eso, su hallazgo es parte fundamental de un misterio que hoy, espera ser resulto por los investigadores mexicanos
El submarino de la Marina que nunca volvió
Resulta que el H-1 y el H-2 emprendieron una misión que, hasta el momento, iba con total éxito. Pero a su regreso, a través de aguas panameñas, los problemas de navegación se hicieron presentes. Ya que una tormenta los estancó por varias horas, sin posibilidad de maniobras y después de horas de horas de zarandeo, el H-1 encallo en la Isla Santa Margarita.
El comandante ordenó a su tripulación a abandonar el submarino, pero cuatro de los 25 tripulantes, rápidamente fueron atrapados por el mar. Desde ese momento jamás se volvió a ver el equipo, las búsquedas organizadas y las expediciones retornaron sin hallazgo alguno.
La nave no fue vista hasta 2016…
De acuerdo con los locales, el H-1, se había vuelto a ver el submarino hace tres años, cuando los habitantes del poblado pensaban que se trataba de una roca. El sitio fue investigado gracias a Alfredo Martínez, quién relocalizó el hallazgo y dio aviso al INAH.
Ahora, el H-1 es parte del rompecabezas histórico que rodea la navegación en el Pacífico mexicano. La Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, cada día intentan armar y redondear el patrimonio cultural sumergido.
Si bien la investigación aún se encuentra en la parte histórica, muy pronto esperan explorar las partes intactas del submarino. Así como ver que elementos aportan más información sobre el equipo para así reconstruir el papel de estos artefactos en la Primera Guerra Mundial.