Hacer un diagnóstico correcto con la crisis migratoria #Opinión

Después del acuerdo alcanzado con el gobierno de Estados Unidos, el estado mexicano ha tenido que endurecer su postura con los migrantes que entran al país, y que quieren llegar a Estados Unidos para solicitar asilo.

Para cumplir con el acuerdo, México se comprometió a endurecer las medidas migratorias. Asimismo, a enviar 6 mil efectivos de la Guardia Nacional a custodiar la frontera con Guatemala y reforzar la seguridad en la frontera con Estados Unidos. De tal manera que el flujo migratorio hacia ese país, se vea reducido de manera considerable.

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Acuerdo migratorio sin aranceles

La negociación evitó la aplicación del aumento de aranceles con la que había amenazado Trump si no se llegaba a un acuerdo migratorio. Sin embargo, deja al país en una posición muy complicada. El gobierno se ha encontrado con un problema que no contemplaba.

Resulta muy complicado asumir los costos que genera el redoblar esfuerzos para evitar el flujo migratorio. Para hacerse cargo de todas las personas que entran al país, y que se encuentran en los centros del Instituto Nacional de Migración (INM).

Hay que darse cuenta de la magnitud del problema y actuar en consecuencia. La migración masiva que existe ahora mismo está desatando una crisis humanitaria. No existen espacios suficientes, ni se tienen los recursos necesarios para poder solventar las necesidades en las zonas donde se trasladan los migrantes. Sin contar, que eso está provocando serias dificultades para brindarles el trato digno que se les tendría que dar.

Jugarse la vida por algo mejor

Sin embargo, se debe tomar en cuenta cuál es la verdadera causa del conflicto. Los migrantes salen de sus países huyendo de la violencia, la inseguridad y la falta de oportunidades. Dejando todo atrás, jugándose la vida y la de sus familias, con la única intención de tener una vida tranquila.

Por este motivo, el gobierno mexicano ha propuesto a Estados Unidos hacer una inversión importante en los países de Centro América. Esto, con la intención de revertir la crisis que azota a esos países. Para que mejoren la calidad de vida, encuentren las oportunidades necesarias para vivir con tranquilidad. Y, a largo plazo, lograr reducir el número de migrantes.

Pero hasta que no se entienda que esos apoyos e inversiones son necesarias, y se siga optando por realizar políticas a corto plazo, la situación no va a cambiar. Simplemente se están poniendo parches que no ayudan a corregir la situación y que pueden traer consigo problemas mucho mayores. No solamente para los migrantes.

Sin duda, la situación es muy complicada y probablemente no se encuentre una salida a corto plazo. Pero se debe realizar el diagnóstico correcto para poder ayudar a todas estas personas que se ven obligadas a salir de sus países, apostando todo con la idea de encontrar una vida digna. Es una cuestión de solidaridad, empatía y derechos humanos.