El presidente y su problema con los medios #Opinión

Una vez más el presidente se confunde sobre cuál es el trabajo del periodista. En su tradicional conferencia de prensa matutina ha vuelto a exponer a cuatro medios. En esta ocasión le tocó el turno a la revista Proceso, Sin Embargo, El Reforma y el Financial Times.

Como en otras ocasiones, ha descalificado el trabajo que hacen estos medios argumentando que: “Todos los buenos periodistas de la historia siempre han apostado a las transformaciones”. En consecuencia, los que critican los cambios que se están haciendo en el país son simplemente para desestabilizarlos. Afectando el trabajo que se realiza sin aportar nada sustancial al debate, pues son parte del “hampa” del periodismo.

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En cumplimiento del deber

Creo que en este punto la situación debe ser extremadamente clara. Asimismo, las personas cercanas al presidente deben hacerle notar que el periodismo no está para hacer el trabajo más cómodo al gobierno. Por el contrario, está para informar a la gente de lo que está sucediendo y es verdad que eso puede incomodar. Pero es parte de su labor, informarse, cuestionar, contrastar, evidenciar, dar seguimiento, criticar y publicar los hechos.

No se trata de estar a favor o en contra del gobierno o de los cambios que se están realizando. Se trata de ser vigilante con lo que está sucediendo, denunciar las irregularidades, las injusticias y brindar información a la sociedad. Eso no los hace estar del lado equivocado, simplemente es hacer la parte que les toca. Sin importar si se incomoda, se apoya o se molesta a los gobernantes o a los poderosos.

Y mientras estos reclamos y quejas contra los medios y el trabajo periodístico vuelven a estar presentes en la mañanera, está la otra realidad. Aquella en la que los periodistas siguen intimidados o amenazados por hacer su trabajo. Por denunciar los casos de corrupción de los gobernantes o de los policías. Así como, de defender los derechos humanos, hacerle frente al narcotráfico y de denunciar sus acuerdos con el poder.

Ataques a periodistas

Tan sólo en esta semana, allanaron la casa de la periodista Lydia Cacho. Le roban información importante de sus investigaciones y envenenaron a sus mascotas, como un gesto de intimidación. Todo esto por el malestar que genera que publique temas tan sensibles como la violencia contra las niñas, los niños, las mujeres, la delincuencia organizada y la narco-política.

También atentaron contra la vivienda de la periodista y directora del diario digital Domingo 7, Nydia Hernández. La periodista asegura que el ataque se debe a las últimas publicaciones que han realizado sobre la corrupción que existe en el ayuntamiento de Tehuacán, y de exfuncionarios de la policía.

El periodismo se hace para la gente o no se hace

En los últimos años se han dado muchísimos casos de intimidación y amenazas. Incluso, en algunos casos, les ha costado la vida. Es una situación que exige medidas urgentes. Se deben de encontrar los mecanismos para ponerle un alto, acabar con la violencia y la impunidad. Y proteger a quienes quieren hacer su trabajo de informar a la gente.

Desafortunadamente, las declaraciones desde la mañanera en contra de “los que no se portan bien”, como diría el presidente, no ayudan.