También conocido como El Gran Cocodrilo, Efraín Huerta dejó su carrera en leyes para dedicarse a la escritura
Además de dedicarse a la poesía; Efraín Huerta Romo trabajó e la política y ejerció como periodista. Aunque no todo su trabajo es conocido y utilizó seudónimos; su nombre se recuerda particularmente porque se le asociaba con el apodo que adquirió durante su carrera: El Gran Cocodrilo.
Efraín nació en Silao, Guanajuato, el 18 de junio de 1914. Aunque sus padres lo registraron como Efrén, durante la adolescencia cambió legalmente su nombre. Tuvo siete hermanos, pero tres de ellos fallecieron durante la niñez.
Al haber nacido durante la Revolución Mexicana; el impacto de esto y del México que conoció, que se recuperaba de una guerra, tuvo gran influencia en sus letras. Comenzó a escribir en sus años de primaria, y ya entonces firmaba como Efraín. Vivió en Irapuato, en León y en Querétaro, regresando frecuentemente a Irapuato a visitar a su padre, quien permaneció allí. Después se mudaron a la capital, para que sus hermanos mayores pudieran estudiar la carrera de derecho; y él ingresó a la Preparatoria Nacional; donde conoció a Octavio Paz.
Su primer libro, Absoluto amor, se publicó en 1935. Debido al éxito que tuvo, Huerta resolvió dedicarse de lleno a la escritura, el periodismo y la política.
Como escritor, publicó diversos poemas en las revistas que circulaban durante la época. En cambio, como periodista colaboró con más de 40 diferentes periódicos y publicaciones. Aunque casi siempre escribía sobre amor y política, durante la última etapa de su vida inventó los poemínimos. Estos consisten en versos pequeños, cargados de ironía, sarcasmo y cinismo. Estos son considerados su mayor legado, y parte importante de la literatura mexicana.
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Foto: Retruécano