Cuando mencionan el nombre de Comala, lo primero que viene a mi mente es la frase “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo…”. El fragmento de la obra de Juan Rulfo nos hace imaginarnos un pueblo de clima templado y casas encaladas en el que el protagonista, Juan Preciado, conocería sus orígenes y crearía lazos. Pero ¿cómo es realmente ese Comala en el que se inspiró Rulfo?
Una bienvenida blanca
Ubicado en al norte del estado de Colima, las fachadas blancas de las construcciones del centro te dan la bienvenida para visitar la iglesia principal y el kiosco de la plazuela. El también conocido “Pueblo Blanco de América”, completa la armonía del color con sus techos color tierra y fue así como en 2002 se integró al programa de turismo nacional “Pueblos Mágicos”.
De clima y gente cálida
Su gente se caracteriza por ser cálida, así como su clima, el cual permite recorrer sus calles acompañadas de sombras de palmeras y refrescarse por un momento y disfrutar por un tiempo en su pintoresco quiosco las fuentes y el lugar que inspiró a la historia de la vida de, Pedro Páramo.
Gastronomía y arte
Disfrutar de unas botanas o un pan dulce al caminar por sus calles, con un ponche preparado a base de mezcal de maguey y frutas de temporada de la región mientras conoces sus trabajos artesanales como el tallado en madera fina y la elaboración de máscaras de madera para sus tradicionales danzas.
Un tributo a Juan Rulfo
En 2007, el gobierno del estado rindió homenaje al escritor, guionista y fotógrafo mexicano, Juan Rulfo, al develar una escultura de él. Ubicada en el jardín principal de la población, en una banca donde puedes sentarte y tomarte una foto mientras lees alguna de sus obras ya que el motivo principal de este tributo fue fomentar la lectura entre los habitantes de Comala.
Lugares por visitar
- Ex hacienda de las Nogueras, edificio del siglo XVII, enfocado al cultivo de caña de azúcar.
- Parroquia de San Miguel Arcángel